Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jueces 10:6 - Biblia Lenguaje Básico

6 Los israelitas volvieron a pecar contra Dios adorando a Baal y Astarté, y también a los dioses de los sirios, de los sidonios, de los moabitas, de los amonitas y de los filisteos. Abandonaron a Dios y dejaron de adorarlo.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Pero los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales y a Astarot, a los dioses de Siria, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los hijos de Amón y a los dioses de los filisteos; y dejaron a Jehová, y no le sirvieron.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Una vez más, los israelitas hicieron lo malo a los ojos del Señor. Sirvieron a las imágenes de Baal y de Astoret, y a los dioses de Aram, de Sidón, de Moab, de Amón y de Filistea. Abandonaron al Señor y dejaron de servirle por completo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 De nuevo hicieron los israelitas lo que es malo a los ojos de Yavé. Sirvieron a los Baales y a las Astartés como también a los dioses de Aram, de Sidón, de Moab, de los amonitas y de los filisteos. Abandonaron a Yavé y no le sirvieron más.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

6 Pero los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de YHVH y sirvieron a los baales y a las Astarot, a los dioses de Siria, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los hijos de Amón y a los dioses de los filisteos, y abandonaron a YHVH y no le sirvieron.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Los israelitas volvieron a hacer lo que es malo a los ojos de Yahveh y a servir a los baales y a las astartés, a los dioses de Aram y a los de Sidón, a los dioses de los moabitas y de los amonitas, y a los dioses de los filisteos. Abandonaron así a Yahveh, al que dejaron de dar culto.

Gade chapit la Kopi




Jueces 10:6
32 Referans Kwoze  

Porque Salomón me ha abandonado y ha adorado a la diosa de los sidonios llamada Astarté, al dios de Moab llamado Quemós, y al dios de los amonitas, cuyo nombre es Milcón. Y es que Salomón no ha hecho lo que me agrada ni ha obedecido mis mandamientos, como sí lo hizo su padre David.


Y no solo imitó la mala conducta de Jeroboán, hijo de Nabat, sino que se casó con Jezabel, hija de Etbaal, rey de los sidonios, y terminó adorando a Baal.


Desobedecieron todos los mandamientos de su Dios, y fabricaron dos becerros de oro para adorarlos. Además, hicieron una imagen de Astarté, y adoraron a Baal y al sol, la luna y las estrellas.


Josías destruyó además los santuarios de las colinas que estaban frente a Jerusalén, al sur del monte de los Olivos y que el rey Salomón había construido en honor de Quemós, dios de los moabitas, de Moloc, dios de los amonitas, y de Astarté, diosa de los sidonios.


Llegó al extremo de ofrecer sacrificios a los dioses falsos de Damasco, que habían ocasionado su derrota, pues pensaba que si esos dioses habían ayudado a los reyes de Siria, también lo ayudarían a él si los adoraba, pero eso provocó su ruina y la de todo el reino de Israel.


adoraron a sus ídolos y se volvieron sus seguidores.


Pero ahora los de Sidón se llenarán de vergüenza; han sido los amos y señores del mar, pero el mar ya no les dará riquezas, y sus hijos no prosperarán.


Vosotros, pueblo mío, habéis cometido dos pecados: me abandonasteis a mí, que soy una fuente de agua viva, y os hicisteis vuestros propios estanques, que no retienen el agua. Yo era vuestro guía, pero vosotros me rechazasteis. ¿Qué ganáis, israelitas, con confiar en el poder de Egipto o en el poder de Asiria? ¡Vosotros sois libres y no habéis nacido esclavos! ¿Por qué ahora os dejáis tratar así? Los soldados de Menfis y Tafnes han acabado con vuestros gobernantes. Lanzan rugidos, como leones, y destruyen el país; han quemado las ciudades y ya nadie vive en ellas.


Hace tiempo que rompisteis los lazos que nos unían, diciendo: «No seguiremos siendo esclavos». Y en lo alto de las colinas y bajo todo árbol frondoso, disteis culto a otros dioses.


Pero cuando nuestros antepasados llegaron para habitar este país, no te obedecieron ni tuvieron en cuenta tus enseñanzas. ¡No cumplieron lo que tú les mandaste hacer, y por eso nos has castigado con esta desgracia!


Tus mercancías eran tan variadas, y tu riqueza tan grande, que hasta los sirios comerciaban contigo, y te pagaban con piedras preciosas y telas muy finas. También Israel y Judá te compraban mercancías pagándote con su mejor trigo, y con pasteles, miel, aceite de oliva y especias aromáticas. Damasco te pagaba con vino de Jelbón y con lana de Sajar.


En cuanto a ese falso profeta o intérprete de sueños, debe morir por haber hecho que os rebeléis contra vuestro Dios que os sacó de Egipto y os liberó de la esclavitud que allí padecíais. Deberá morir por intentar apartaros del camino que Dios os había señalado.


Y Dios dijo a Moisés: —Muy pronto morirás. Cuando eso suceda, los israelitas dejarán de obedecerme y adorarán a los dioses falsos de la gente que vive en este territorio. Me abandonarán y no cumplirán el pacto que hemos hecho.


Entonces yo me llenaré de ira contra ellos y los dejaré solos; en vez de cuidarlos, les enviaré muchos castigos y sufrimientos. Y tendrán que admitir que todos esos males han caído sobre ellos porque yo no estoy ya en medio de ellos.


Pero al prosperar, os olvidasteis de Dios; dando la espalda a vuestro Creador y rechazasteis la protección del Dios que os había salvado.


A esta media tribu, descendiente de Maquir hijo de Manasés, Moisés le entregó la mitad de Galaad, junto con las ciudades de Astarot y Edreí, donde Og había reinado.


Cuando Jaír murió, lo enterraron en un lugar llamado Camón.


Lo que vuestro dios Quemós os ha dado es vuestro, y lo que nuestro Dios nos ha dado es nuestro.


Los israelitas volvieron a pecar contra Dios, por lo que Dios permitió que los filisteos los dominaran durante cuarenta años.


Los jefes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a su dios Dagón. Celebraban así su triunfo y cantaban esta canción: «Nuestro dios nos ha dado la victoria; hemos vencido a Sansón, nuestro enemigo».


Los israelitas se olvidaron de Dios y pecaron contra él, adorando las estatuas de Baal y de Astarté.


Después de la muerte de Ejud, los israelitas volvieron a pecar contra Dios.


Después los israelitas volvieron a pecar contra Dios, por lo que Dios permitió que los madianitas los dominaran durante siete años.


Después de la muerte de Gedeón, los israelitas volvieron a pecar contra Dios, adorando a dioses falsos. Eligieron a Baal Berit como su dios


Eben Ézer, se la llevaron a Asdod. Allí la pusieron en su templo, junto a la estatua del dios Dagón.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite