Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Juan 8:42 - Biblia Lenguaje Básico

42 Jesús les respondió: —Si de verdad Dios fuera vuestro Padre, me amaríais, porque yo vengo del cielo y aquí estoy. Yo no he venido por mi propia cuenta, sino que Dios me ha enviado.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

42 Jesús les dijo: —Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque he venido a ustedes de parte de Dios. No estoy aquí por mi propia cuenta, sino que él me envió.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

42 Jesús les replicó: 'Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían a mí, porque yo he salido de Dios para venir aquí. No he venido por iniciativa propia, sino que él mismo me ha enviado.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

42 Jesús les dijo: Si Dios fuera vuestro padre, ciertamente me amaríais, porque Yo procedo y he venido de Dios. No he venido de mí mismo, sino del que me envió.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

42 Les respondió Jesús: 'Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo salí y vengo de Dios; pues no he venido por mi cuenta, sino que él me ha enviado.

Gade chapit la Kopi




Juan 8:42
22 Referans Kwoze  

Esto es, sacerdotes, lo que os dice el Dios todopoderoso: Los hijos respetan a sus padres, y los esclavos respetan a sus amos. ¡Pues yo soy vuestro Padre y vuestro Amo y, sin embargo, vosotros, sacerdotes, no me respetáis! ¡Me tratáis como si no valiera nada! Es más, despreciáis mi nombre y os atrevéis a preguntarme: ¿En qué te hemos ofendido o faltado al respeto? Y yo, el Dios todopoderoso, os respondo: Me ofendéis cuando despreciáis mi altar, cuando me presentáis como ofrenda animales impuros, que no valen nada porque están ciegos, cojos y enfermos. ¿No creéis que eso está mal? Si esos mismos animales se los ofrecierais a vuestro gobernador, se ofendería y no los aceptaría.


Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Vimos el poder que le pertenece como Hijo único del Padre, que le ha llenado de gracia y de verdad.


Porque yo no hablo por mi propia cuenta, sino que es mi Padre quien me envió y me dijo todo lo que debo enseñar.


Jesús sabía que había venido de Dios y que ahora volvía a Dios, y conocía que el Padre le había dado todo el poder,


¿No crees que el Padre y yo somos uno? Y continuó diciendo: —Lo que os he dicho, no lo he dicho por mi propia cuenta. Es el Padre que vive en mí quien realiza esas obras.


Ahora sabemos que lo conoces todo y no tienes necesidad de que alguien te pregunte. Por eso creemos que Dios te ha enviado.


Padre, tú eres justo, pero los de este mundo no te conocen. Yo sí te conozco, y los que me diste saben que tú me enviaste.


porque les he dado el mensaje que me diste, y ellos lo han aceptado. Saben con seguridad que procedo de ti y han creído que fuiste tú el que me enviaste.


Porque Dios no me envió al mundo para condenarlo sino para salvarlo.


para que todos me honren como le honran a él. Cuando alguien no me honra, tampoco honra a mi Padre, que me envió.


Él es mi Padre, y me ha enviado, pero vosotros no me habéis aceptado. Sin embargo, si alguien viene por su propia cuenta, sí lo recibís.


Jesús les respondió: —Aunque yo hable bien de mí mismo, lo que digo es cierto. Porque yo sé de dónde he venido, y a dónde voy; sin embargo, vosotros no lo sabéis.


Si alguien no ama al Señor Jesucristo, que la maldición de Dios caiga sobre él. Por mi parte, esto es lo que pido: «¡Ven, Señor nuestro!».


Pero, cuando llegó el día señalado por Dios, él envió a su Hijo, que nació de una mujer y se sometió a la ley de los judíos.


Nosotros mismos lo hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo.


Y también sabemos que el Hijo de Dios ha venido y que nos ha dado inteligencia para conocer al Dios verdadero. Nosotros vivimos unidos a su Hijo Jesucristo que es el Dios verdadero y la vida eterna.


Luego el ángel me mostró un río de aguas que dan la vida. Ese río salía del trono de Dios y del Cordero, y era claro como el cristal.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite