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Juan 5:19 - Biblia Lenguaje Básico

19 Jesús les dijo: —Os aseguro que yo, que soy el Hijo de Dios, no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Solo hago lo que veo que hace Dios que es mi Padre.

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Biblia Reina Valera 1960

19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Entonces Jesús explicó: «Les digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; solo hace lo que ve que el Padre hace. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Jesús les dirigió la palabra: 'En verdad les digo: El Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino sólo lo que ve hacer al Padre. Todo lo que haga éste, lo hace también el Hijo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Jesús pues declarando, les decía: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada de sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque lo que Él hace, esto también hace igualmente el Hijo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Entonces Jesús, tomando la palabra, les dijo: 'De verdad os aseguro: nada puede hacer el Hijo por sí mismo, como no lo vea hacer al Padre; porque lo que éste hace, también, y de modo semejante, lo hace el Hijo.

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Juan 5:19
43 Referans Kwoze  

En el principio creó Dios el cielo y la tierra,


Al ver Dios tal belleza, dijo: —Hagamos ahora al ser humano a imagen y semejanza nuestra. Que domine a los peces del mar y a las aves del cielo, a todos los animales tanto domésticos como salvajes, y a todos los reptiles.


Te llamé y me respondiste; me diste nuevas fuerzas.


Por eso yo me digo a mí mismo: «Sé fuerte y pon en Dios tu confianza; sí, pon tu esperanza en él».


Y el cielo da a conocer que Dios mismo será el juez, y que su juicio será justo.


Dios le contestó: —Escúchame, Moisés, ¿no soy yo el que hace hablar al ser humano? ¿No soy yo quien hace al mudo y al sordo, al que ve y al ciego?


Solo Dios puede hacerte sabio porque él es la fuente del conocimiento;


Esto dice Dios, tu salvador, el que te formó en el vientre de tu madre: «Yo soy Dios, el creador de todas las cosas; yo extendí el cielo y afirmé la tierra sin que nadie me ayudara.


Entonces todos dirán: «Solo Dios puede dar la victoria». Los que se enfrentaron con él se llenarán de vergüenza, y volverán a obedecerle.


Únicamente yo, el Dios de Israel, conozco los corazones humanos y examino su interior para dar a cada uno según su conducta.


Jesús se alejó un poco de ellos, se arrodilló hasta tocar el suelo con la frente, y oró a Dios: —Padre, ¡cómo deseo que me libres de este sufrimiento! Pero que no suceda lo que yo quiero, sino lo que quieras tú.


Yo os daré sabiduría para que contestéis con inteligencia, y ninguno de vuestros enemigos podrá contradeciros ni haceros frente.


Nadie me quita la vida, sino que yo la entrego porque así lo quiero. Tengo poder para entregar mi vida y tengo poder para volver a recuperarla, pues esto es lo que mi Padre me ha ordenado hacer.


Porque yo no hablo por mi propia cuenta, sino que es mi Padre quien me envió y me dijo todo lo que debo enseñar.


Y sé que los que cumplen los mandamientos de mi Padre tendrán vida eterna. Por eso os he comunicado todo lo que mi Padre me ordenó enseñaros.


¿No crees que el Padre y yo somos uno? Y continuó diciendo: —Lo que os he dicho, no lo he dicho por mi propia cuenta. Es el Padre que vive en mí quien realiza esas obras.


Jesús les contestó: —Destruid este Templo, y en solo tres días lo construiré de nuevo.


Jesús le dijo: —Te aseguro que si una persona no nace de nuevo no podrá ver el reino de Dios.


Porque así como mi Padre resucita a los muertos haciendo que vuelvan a vivir, así también yo doy vida a quien quiero.


Porque no he bajado del cielo para hacer lo que yo quiera, sino para obedecer a Dios que es mi Padre, pues fue él quien me envió.


Por eso les dijo: —Sabréis quién es en realidad el Hijo del hombre cuando me colguéis de una cruz. También sabréis que no hago nada por mi propia cuenta, sino que solo digo lo que mi Padre me ha enseñado.


Mientras yo esté con vosotros, debemos hacer el trabajo que Dios mi Padre nos ha mandado hacer; vendrá el momento en que ya nadie podrá trabajar.


¡Pero Dios hizo que Jesús resucitara librándole del poder de la muerte! ¡Y es que la muerte no tenía ningún poder sobre él!


Al ser bautizados, morimos y somos sepultados con él; pero morimos para nacer a una vida totalmente diferente. Eso mismo pasó con Jesús, cuando Dios Padre lo resucitó con gran poder.


Dios resucitó a Jesús de entre los muertos, y él también hará que vuestros cuerpos muertos vuelvan a vivir, si es que el Espíritu de Dios vive en vosotros. Esto Dios lo hará por medio de su Espíritu, que vive en vosotros.


La buena noticia que anunciamos es que Dios resucitó a Cristo de entre los muertos. Pero entonces, ¿cómo es que algunos andan diciendo que los muertos no resucitan?


Porque sabemos que, cuando muramos, Dios nos dará vida, como lo hizo con Jesús, y después nos llevará con él.


Porque todos nosotros vamos a tener que presentarnos delante de Cristo, que es nuestro juez. Él juzgará lo que hemos hecho durante nuestra vida mortal, y decidirá si merecemos que nos premie o nos castigue.


Por eso, aunque estábamos muertos por culpa de nuestros pecados, él nos dio vida al resucitar a Cristo. Por pura gracia de Dios habéis sido salvados.


Pido a Dios que, por medio de su Espíritu y de la inmensa riqueza de su gloria, os haga cristianos fuertes de ánimo.


Nuestros débiles cuerpos serán transformados en cuerpos gloriosos como el suyo. Esto lo hará con el mismo poder con que controla todo el universo.


Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones.


El gran poder de Dios os dará nuevas fuerzas, y podréis soportar con paciencia todas las dificultades. Así, con gran alegría,


Por medio de él todo ha sido creado, lo que hay en el cielo y lo que hay en la tierra, las cosas que son visibles y las que no lo son; y también ha creado los seres que tienen dominio, autoridad y poder. Todo lo ha creado Dios por Cristo y para Cristo.


Nosotros creemos que Jesucristo murió y resucitó y que del mismo modo Dios llevará consigo a los que han muerto creyendo en Jesús.


Porque Cristo murió una vez y para siempre para perdonar nuestros pecados. Él era bueno e inocente y sufrió por los pecadores para llevaros a Dios. Como hombre mortal, padeció la muerte, pero como espíritu volvió a la vida.


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