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Juan 17:1 - Biblia Lenguaje Básico

1 Una vez que Jesús dijo esto, miró al cielo y dijo: —Padre mío, ha llegado el momento de que muestres tu poder en mí que soy tu Hijo. De este modo yo, que soy tu Hijo, mostraré también tu poder.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Después de decir todas esas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: «Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo para que él, a su vez, te dé la gloria a ti.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Dicho esto, Jesús elevó los ojos al cielo y exclamó: 'Padre, ha llegado la hora; ¡glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te dé gloria a ti!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Estas cosas habló Jesús, y levantando sus ojos al cielo, dijo: Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo para que el° Hijo te glorifique a ti,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Así habló Jesús. Y levantando sus ojos al cielo, dijo: 'Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti,

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Juan 17:1
20 Referans Kwoze  

Cántico para las peregrinaciones. Dios mío, te suplico a ti que habitas en el cielo. Como está pendiente el criado de su amo o la criada de su ama, así nosotros nos dirigimos a Dios para que nos tenga compasión.


Luego fue a orar por tercera vez, y cuando volvió les dijo: —¿Aún seguís descansando y durmiendo? Ya basta, vienen los hombres malvados para arrestarme a mí, el Hijo del hombre.


El cobrador de impuestos, en cambio, se quedó un poco más atrás. Ni siquiera se atrevía a levantar la mirada hacia el cielo, sino que se daba golpes en el pecho y decía: «¡Oh Dios! Ten compasión de mí, y perdóname por todo lo malo que he hecho!».


Todos los días he estado enseñando en el Templo delante de vosotros, y nunca me habéis arrestado. Pero esta es la hora del poder de las tinieblas.


Cuando Jesús recibió el mensaje, dijo: —Esta enfermedad no terminará en muerte. Servirá para mostrar el poder de Dios y el poder que tengo yo, el Hijo de Dios.


La gente quitó la piedra que tapaba la entrada de la tumba. Luego, Jesús miró al cielo y exclamó: —Padre, te doy gracias porque me has escuchado.


Él les dijo: —Ha llegado el momento de que todos sepan de verdad quién es el Hijo del hombre.


Faltaba muy poco para que empezara la fiesta de la Pascua, y Jesús sabía que se acercaba el momento de dejar este mundo para ir a reunirse con Dios, su Padre. Él siempre había amado a sus seguidores que estaban en el mundo, pero ahora llevó su amor hasta el fin.


Pronto, muy pronto, todos huiréis, cada uno por un lado, y me dejaréis solo. Aunque yo nunca estoy solo, porque el Padre está conmigo.


Entonces algunos intentaron arrestar a Jesús, pero no lo consiguieron, pues todavía no había llegado su hora.


Al decir esto, Jesús estaba hablando del Espíritu de Dios que recibirían los que creyeran en él. Y es que mientras Jesús no muriera y resucitara, el Espíritu no vendría.


Jesús dijo todo esto mientras enseñaba en el Templo, en el lugar donde están los cofres para poner las ofrendas. Pero nadie se lo llevó preso, porque aún no había llegado su hora.


El Dios de nuestros antepasados Abrahán, Isaac y Jacob ha mostrado el poder de su siervo Jesús a quien vosotros rechazasteis y entregasteis a los gobernantes romanos, mientras que Pilato quería ponerlo en libertad.


Gracias a Cristo, vosotros creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio un lugar de honor en su reino. De esta manera vuestra fe y vuestra esperanza tienen en Dios un firme apoyo.


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