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Juan 15:15 - Biblia Lenguaje Básico

15 Ya no os llamo siervos, porque un siervo no sabe lo que hace su señor. Os llamo amigos, porque os he dado a conocer todo lo que me enseñó mi Padre.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Ya no los llamo esclavos, porque el amo no confía sus asuntos a los esclavos. Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Ya no les llamo servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Ya no os llamo siervos,° porque el siervo no sabe qué hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las di a conocer.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe qué hace su señor; os he llamado amigos, porque todo lo que he oído de mi Padre os lo he dado a conocer.

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Juan 15:15
32 Referans Kwoze  

Tú, mi Dios, te haces amigo de aquellos que te honran y les das a conocer tu pacto.


Con ciertos amigos, no hacen falta enemigos, pero hay otros amigos que valen más que un hermano.


¡Dios nunca hace nada sin comunicarlo a sus profetas!


Jesús les dijo: —A vosotros os he explicado los secretos del reino de Dios, pero no a los demás.


Cuando Jesús se quedó a solas con sus discípulos, les dijo: —Felices los que puedan ver todo lo que vosotros estáis viendo ahora.


Si alguno quiere servirme, que me siga y donde yo esté, allí estará también el que me sirva, y mi Padre le premiará.


Vosotros sabéis que ningún esclavo es más importante que su amo, y que ningún mensajero es más importante que quien lo envía.


¿Recordáis que os dije que ningún siervo es más importante que su señor? Por eso, si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros. Y si han hecho caso de lo que yo digo, también harán caso de lo que digáis vosotros.


Tengo mucho que deciros, pero ahora no podríais entenderlo.


Les he dado a conocer quién eres, y no dejaré de hacerlo, para que tanto el amor que tú me tienes, como el que les tengo yo se haga en ellos realidad.


Jesús le dijo: —No me detengas, pues todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero vete y diles a mis discípulos que voy a reunirme con él, que también es vuestro Padre. Él es mi Dios, y vuestro Dios.


Al oír esto, la mujer le dijo: —Señor, ya veo que eres un profeta.


Yo tengo muchas cosas que decir de vosotros, y muchas que condenar, pero el que me envió dice la verdad, y yo solo digo lo que le escuché decir.


En cuanto a mí os he anunciado los planes de Dios sin ocultaros nada.


La verdad es que no entiendo nada de lo que hago, pues en vez de hacer lo bueno que quiero hacer, hago lo malo que no quiero hacer.


Como dicen las Escrituras: «¿Quién sabe lo que piensa el Señor? ¿Quién puede darle consejos?». Pero nosotros podemos pensar como Cristo.


Ahora, como sois sus hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a vivir en vosotros. Por eso, cuando oramos a Dios, el Espíritu nos permite llamarle: «Abba» que significa «Padre querido».


Dios nos mostró el plan que había mantenido en secreto y que había decidido realizar por medio de Cristo.


Se trata de un plan que no se dio a conocer a los que vivieron antes que nosotros; pero ahora, por medio de su Espíritu, Dios se lo ha mostrado a sus santos apóstoles y profetas.


Este mensaje habla del plan que, desde hacía muchos siglos, Dios había mantenido en secreto, pero que ahora ha revelado a quienes creen en él.


Solo que ahora ya no deberás tratarlo como a un esclavo, sino mucho mejor que a un esclavo, es decir, como a un hermano querido. Y si yo lo quiero mucho, tú debes quererlo aún más, como persona por supuesto, pero sobre todo como creyente.


Yo, Santiago, que estoy al servicio de Dios y del Señor Jesucristo, os envío un saludo a los cristianos que vivís esparcidos por todo el mundo.


Así se cumplió lo que dice la Escritura: «Abrahán creyó en la promesa de Dios y por eso Dios le aceptó». Fue así como Abrahán se hizo amigo de Dios.


Antes de que Cristo viniera al mundo, su Espíritu enseñaba a los profetas lo que tendría que sufrir aquí en la tierra, y también les enseñaba toda la gloria que vendría después de tales sufrimientos.


Yo, Simón Pedro, estoy al servicio de Jesucristo, que me envió a anunciar su mensaje. Recibid mis saludos todos los que gracias a Jesucristo, nuestro Dios y Salvador, habéis recibido una fe de tanto valor como la nuestra.


Yo, Judas, estoy al servicio de Jesucristo y soy hermano de Santiago. Escribo esta carta a todos los que Dios Padre ama, ha elegido y viven protegidos por Jesucristo.


Dios ha mostrado a Jesucristo lo que pronto sucederá, para que él se lo enseñe a sus servidores. Y Jesucristo se lo ha comunicado a Juan, su servidor, enviándole un ángel.


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