Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Juan 12:26 - Biblia Lenguaje Básico

26 Si alguno quiere servirme, que me siga y donde yo esté, allí estará también el que me sirva, y mi Padre le premiará.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Todo el que quiera servirme debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

26 El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Y al que me sirve, el Padre le dará un puesto de honor.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

26 Si alguno me sirve,° sígame; y donde Yo estoy, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, el° Padre lo honrará.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 El que quiera servirme que me siga; y donde yo esté, allí estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre'.

Gade chapit la Kopi




Juan 12:26
34 Referans Kwoze  

Pero yo he sido inocente y por eso contemplaré tu rostro; cuando despierte y me vea en tu presencia, me llenaré de alegría.


Cuando me llame, le responderé y estaré con él en su angustia; lo libraré y lo llenaré de honores,


Si quieres buena fruta, cuida del árbol; si quieres buen trato, pórtate bien con tu jefe.


Solo Caleb, mi siervo, que no fue como los demás, sino que creyó en mi promesa, entrará junto con sus hijos en la tierra prometida. Y como ahora los amalecitas y los cananeos viven en el valle, dad media vuelta y mañana mismo id al mar de los Juncos a través del desierto.


—Puesto que no habéis querido obedecerme, juro que ninguno de los que salieron de Egipto, mayor de veinte años, entrará en la tierra que prometí a vuestros antepasados Abrahán, Isaac y Jacob.


Luego Jesús dijo a sus discípulos: —Si queréis ser mis discípulos, os tenéis que olvidar de hacer vuestra propia voluntad. Tenéis que estar dispuestos a cargar con vuestra propia cruz y a seguirme.


El hombre le dijo: «¡Excelente! Eres un empleado bueno y se puede confiar en ti. Ya que has administrado bien lo poco que te di, ahora voy a encargarte cosas más importantes. Vamos a celebrarlo».


Después, Jesús llamó a sus discípulos y a la gente, y les dijo: —Si queréis ser mis discípulos, os tenéis que olvidar de hacer vuestra propia voluntad. Tenéis que estar dispuestos a cargar con vuestra propia cruz y a hacer lo que yo os diga.


¡Qué felices serán si, cuando vuelva el dueño a la casa, sea a medianoche o sea de madrugada los encuentra vigilando! Os aseguro que el dueño hará que sus criados se sienten a la mesa, y él mismo les servirá la comida.


Jesús continuó diciendo: —Vosotros decís que yo soy vuestro dueño y Señor, pero no hacéis lo que os digo.


Después Jesús dijo a todos los que estaban allí: —Si alguno quiere ser mi discípulo, tiene que olvidarse de hacer su propia voluntad; tiene que estar dispuesto a cargar cada día con su propia cruz y seguirme.


Mis seguidores escuchan la voz de su pastor que soy yo y me siguen porque yo los conozco.


Vosotros sabéis que ningún esclavo es más importante que su amo, y que ningún mensajero es más importante que quien lo envía.


Vosotros demostraréis que me amáis si hacéis lo que os mando.


Después de esto, volveré para llevaros conmigo y estar de nuevo juntos.


¿Recordáis que os dije que ningún siervo es más importante que su señor? Por eso, si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros. Y si han hecho caso de lo que yo digo, también harán caso de lo que digáis vosotros.


Padre, quiero que estos seguidores que me has dado estén donde yo voy a estar, para que vean todo el poder que me has dado, pues me has amado desde antes de que existiera el mundo.


Jesús le contestó: —Si yo quiero que él viva hasta que yo regrese, ¿qué te importa a ti? Tú sígueme.


Queridos hermanos de la iglesia de Roma: Yo soy siervo y apóstol de Jesucristo porque Dios me eligió para anunciar la buena noticia que él tiene para nosotros.


Si servimos a Jesucristo de esta manera, agradaremos a Dios y la gente nos respetará.


Y nosotros no nos anunciamos a nosotros mismos. Al contrario, anunciamos que Jesucristo es nuestro Señor, y que nosotros somos vuestros servidores por amor a Jesucristo.


Pero no nos sentimos tristes, aunque preferiríamos dejar este cuerpo para ir a vivir con el Señor.


No ando buscando que la gente apruebe lo que digo; tampoco pretendo quedar bien con nadie. Si así lo hiciera, ya no sería un siervo de Cristo.


Porque ya sabéis que Dios, en recompensa, os dará parte de la herencia que ha prometido a su pueblo. Recordad que servís a Cristo, que es vuestro verdadero dueño.


Recibid saludos de Epafras, un siervo de Jesucristo que es compatriota vuestro. Siempre ora por vosotros y pide a Dios que sigáis confiando firmemente en Cristo y cumpliendo la voluntad de Dios.


Yo, Simón Pedro, estoy al servicio de Jesucristo, que me envió a anunciar su mensaje. Recibid mis saludos todos los que gracias a Jesucristo, nuestro Dios y Salvador, habéis recibido una fe de tanto valor como la nuestra.


Porque amar a Dios consiste en cumplir sus mandamientos que no son difíciles de poner en práctica.


Yo, Judas, estoy al servicio de Jesucristo y soy hermano de Santiago. Escribo esta carta a todos los que Dios Padre ama, ha elegido y viven protegidos por Jesucristo.


Estos son los que no adoraron a dioses falsos ni fueron infieles a Dios. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va y han sido salvados para ser el primer fruto ofrecido a Dios y al Cordero.


Yo prometí a tu familia y a tus antepasados que siempre serían mis sacerdotes. Pero ya no será así. Yo aprecio a los que me aprecian, pero desprecio a los que me desprecian.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite