Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Juan 10:15 - Biblia Lenguaje Básico

15 Y así como el Padre me conoce, yo le conozco a él y estoy dispuesto a dar la vida por mis seguidores.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

15 como también mi Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre. Así que sacrifico mi vida por las ovejas.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

15 lo mismo que el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Y yo doy mi vida por las ovejas.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

15 así como el Padre me conoce y Yo conozco al Padre,° y pongo mi vida por las ovejas.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Yo doy mi vida por las ovejas.

Gade chapit la Kopi




Juan 10:15
25 Referans Kwoze  

Dios quiso hacer sufrir a su Siervo, que, por haberse ofrecido por nosotros, tendrá una larga vida, llegará a ver a sus descendientes y por medio de él triunfarán los planes de Dios.


Lo arrestaron y juzgaron injustamente, nadie lo defendió ni se preocupó por él; por culpa de nuestros pecados, le quitaron la vida.


Pasadas las sesenta y dos semanas, vendrá un rey con su ejército y matará al Príncipe elegido. ¡Jerusalén y el Templo serán destruidos por completo! El fin llegará de repente, como llega una inundación. ¡La guerra y las destrucciones que habían sido anunciadas seguirán hasta que llegue el fin!


Esto es lo que dice el Dios todopoderoso: Álzate, espada, contra mi pastor, contra aquel que me ayuda. Hiere al pastor y el rebaño se dispersará; incluso los más débiles serán golpeados.


Y dijo a los que estaban allí: —Mi Padre me ha dado todo y es el único que me conoce, porque soy su Hijo. Nadie me conoce a mí, que soy su Hijo, tan bien como mi Padre y nadie conoce a mi Padre a no ser yo, que soy su Hijo; y también le conocerán aquellos a quienes yo se lo comunique.


Yo mismo, el Hijo del hombre, soy así. No he venido a este mundo para que me sirvan, sino para servir a los demás. He venido para liberar a la gente que es esclava del pecado, y para lograrlo daré mi vida.


En ese mismo momento, el Espíritu Santo llenó a Jesús de alegría. Entonces Jesús dijo: —Padre mío, que gobiernas el cielo y la tierra, te alabo porque has mostrado estas cosas a los niños y a los que son como ellos. En cambio, no se las has mostrado a los que son sabios y se las dan de inteligentes. Así lo has querido tú, Padre mío.


Luego Jesús dijo a la gente que estaba con él: —Mi Padre me ha entregado todo, y nadie me conoce mejor que él. Y nadie conoce a mi Padre mejor que yo, que soy su Hijo y elijo a quienes yo quiera dárselo a conocer.


Yo soy el buen pastor. El buen pastor está dispuesto a morir por sus ovejas.


Nadie muestra más amor que el que da la vida por sus amigos.


Padre, tú eres justo, pero los de este mundo no te conocen. Yo sí te conozco, y los que me diste saben que tú me enviaste.


Como os he dicho, Dios mi Padre me envió, y nadie más ha visto al Padre sino solo yo.


En realidad, vosotros no le conocéis. Yo sí le conozco. Le conozco, y cumplo sus mandatos. Si dijera lo contrario, sería un mentiroso como vosotros.


Jesucristo entregó su vida para que Dios perdonara nuestros pecados y nos librara de este mundo malvado. ¡Así lo ha dispuesto Dios, nuestro Padre,


Pero Cristo se hizo por nosotros maldito y así nos libró de la maldición que cae sobre el que no obedece la ley. Porque la Escritura dice: «Dios maldecirá a cualquiera que muera colgado de un madero».


Debéis amar a los demás, como Cristo nos amó y se entregó a la muerte por nosotros como si fuera una ofrenda y un sacrificio de aroma agradable que se hace a Dios.


Él quiso morir para rescatarnos de todo lo malo y para purificarnos de nuestros pecados, haciendo de nosotros su pueblo, un pueblo deseoso de hacer el bien.


Cristo hizo suyos nuestros pecados y por eso murió en la cruz. Lo hizo para que nosotros dejemos por completo de pecar y vivamos para hacer el bien. Cristo fue herido para que vosotros fuerais sanados.


Porque Cristo murió una vez y para siempre para perdonar nuestros pecados. Él era bueno e inocente y sufrió por los pecadores para llevaros a Dios. Como hombre mortal, padeció la muerte, pero como espíritu volvió a la vida.


que ha muerto para que Dios perdone nuestros pecados y los de todo el mundo.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite