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Juan 1:34 - Biblia Lenguaje Básico

34 Ahora lo he visto, y os aseguro que él es el Hijo de Dios.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

34 Y yo le vi, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Vi que eso sucedió con Jesús, por eso doy testimonio de que él es el Elegido de Dios».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Sí, yo lo he visto, y declaro que éste es el Elegido de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Yo lo he visto; y testifico que éste es el Hijo de Dios'.

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Juan 1:34
42 Referans Kwoze  

Voy a dar a conocer esto que Dios me ha dicho: «Tú eres mi hijo; desde hoy soy tu padre.


Y dijo a los que estaban allí: —Mi Padre me ha dado todo y es el único que me conoce, porque soy su Hijo. Nadie me conoce a mí, que soy su Hijo, tan bien como mi Padre y nadie conoce a mi Padre a no ser yo, que soy su Hijo; y también le conocerán aquellos a quienes yo se lo comunique.


Pedro contestó: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios que vive y da vida.


Mientras Pedro hablaba, una nube brillante bajó del cielo y los cubrió. Desde la nube se oyó una voz que decía: —Este es mi Hijo, yo lo amo mucho y estoy muy contento con él. Debéis escuchar lo que dice.


Pero Jesús no respondió nada. Entonces el jefe de los sacerdotes le dijo: —Te lo pido en el nombre del Dios que vive para siempre: ¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios?


y diciéndole: —Tú dijiste que podías destruir el Templo y reconstruirlo de nuevo en tres días. ¡Si eres Hijo de Dios, sálvate a ti mismo y baja de la cruz!


Dijo que confiaba en Dios, y que era su Hijo. ¡Pues si es cierto que Dios lo ama, que lo salve ahora!


El oficial romano y los soldados que vigilaban a Jesús sintieron el terremoto y vieron todo lo que pasaba. Temblando de miedo dijeron: —¡Es verdad, este hombre era el Hijo de Dios!


Y una voz que venía del cielo dijo: —Este es mi Hijo amado y estoy muy contento con él.


Entonces llegó el diablo para ponerle una trampa, y le dijo: —Si de verdad eres el Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan.


y le dijo: —Si en verdad eres el Hijo de Dios, tírate abajo, pues las Escrituras dicen: «Dios mandará a sus ángeles para que te cuiden. Ellos te sostendrán para que tus pies no tropiecen con ninguna piedra».


los demonios gritaron: —¡Jesús, Hijo de Dios!, ¿qué vas a hacernos? ¿Vas a castigarnos antes del juicio final?


Esta es la historia de cómo comenzó a anunciarse la buena noticia acerca de Jesús, que es el Hijo de Dios y el Mesías.


En ese momento, una voz que venía del cielo dijo: —Tú eres mi Hijo amado y estoy muy contento contigo.


El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti; el Dios altísimo te envolverá con su poder. Por eso, el niño que ha de nacer vivirá completamente dedicado a Dios y será llamado «Hijo de Dios».


y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Luego se oyó una voz que desde el cielo decía: —Tú eres mi Hijo amado y estoy muy contento contigo.


Entonces Natanael respondió: —Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios y el Rey de Israel!


Mi Padre y yo somos uno solo.


¿por qué decís que ofendo a Dios si digo que soy su Hijo, yo que he sido elegido por el Padre para ser enviado al mundo?


Marta le respondió: —Sí, Señor. Yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que debía venir al mundo.


La gente respondió: —Según nuestra ley este hombre tiene que morir, porque dice que es el Hijo de Dios.


Tomás contestó: —¡Tú eres mi Señor y mi Dios!


Pero lo que aquí se ha escrito es para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que así, creyendo en él, recibáis la vida eterna.


Nosotros hemos creído en ti y sabemos que tú eres el Hijo de Dios.


Timoteo, Silas y yo os anunciamos el mensaje de Jesucristo, el Hijo de Dios. Y Jesucristo siempre ha cumplido su palabra:


Nadie sabe quiénes fueron sus padres ni sus antepasados, ni tampoco cuándo o dónde nació y murió. Por eso él, como sacerdote, se parece al Hijo de Dios, que es sacerdote para siempre.


Cualquiera que rechaza al Hijo, también rechaza al Padre. Y si alguien acepta al Hijo, también acepta al Padre.


Pero el que siempre hace lo malo es amigo del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el día en que Dios creó el mundo. Por esta razón vino el Hijo de Dios al mundo: para destruir todo lo que hace el diablo.


Dios nos dio muestras de su amor al enviar al mundo a Jesús, su único Hijo, para que por medio de él todos nosotros tengamos vida eterna.


Y también sabemos que el Hijo de Dios ha venido y que nos ha dado inteligencia para conocer al Dios verdadero. Nosotros vivimos unidos a su Hijo Jesucristo que es el Dios verdadero y la vida eterna.


Si no permanecéis fieles a lo que Cristo enseñó, Dios se apartará de vosotros. Pero si os mantenéis firmes en lo que Cristo enseñó, Dios Padre y el Hijo estarán siempre con vosotros.


Escribe al ángel de la iglesia de Tiatira: ¡Yo soy el Hijo de Dios! Mis ojos parecen llamas de fuego, y mis pies brillan como el bronce bien pulido. Escucha lo que te voy a decir:


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