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Josué 8:8 - Biblia Lenguaje Básico

8 Cuando la hayáis conquistado, la incendiaréis tal como Dios lo ha mandado. Estas son mis órdenes.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Y cuando la hayáis tomado, le prenderéis fuego. Haréis conforme a la palabra de Jehová; mirad que os lo he mandado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Prendan fuego a la ciudad, tal como el Señor lo ordenó. Esas son las instrucciones».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Cuando se hayan apoderado de la ciudad, le prenderán fuego. ¡Estas son mis órdenes!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y cuando la hayáis ocupado, le prenderéis fuego. Haréis conforme a la palabra de YHVH. Mirad que os lo he mandado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Cuando hayáis tomado la ciudad, prendedle fuego. Actuaréis conforme a la orden de Yahveh. Mirad que os lo mando yo'.

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Josué 8:8
12 Referans Kwoze  

y antes de comenzar dijo a sus criados: —Vigilad bien a Amnón y, cuando ya esté muy borracho y yo os indique que lo matéis, matadlo. No tengáis miedo, pues soy yo quien os ordeno matarlo.


Ellos respondieron a Josué: —Haremos todo lo que nos has pedido e iremos adonde tú quieras.


Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios y te ayudaré por dondequiera que vayas.


Mientras tanto, los soldados incendiaron la ciudad y quemaron todo, menos la plata, el oro y las vasijas de bronce y de hierro, que llevaron y depositaron en el tesoro de la Casa de Dios.


La mayor parte del ejército acampó al norte; el resto lo hizo al oeste de la ciudad. Josué pasó la noche en el valle.


Harás con la ciudad y con su rey lo mismo que hiciste con Jericó. Esta vez podrás quedarte con sus bienes y sus animales. Ordena que una parte del ejército se quede al otro lado de la ciudad, para atacarla por sorpresa.


A su vez, los israelitas que habían incendiado la ciudad, salieron de allí, rodearon a los de Ay y los mataron a todos.


Luego Josué ordenó que se prendiera fuego a la ciudad de Ay, hasta convertirla en un montón de ruinas, como todavía puede verse.


Entonces vosotros saldréis del escondite y atacaréis la ciudad, porque nuestro Dios nos la va a entregar.


Así pues, Josué los hizo marchar y ellos se escondieron al oeste de la ciudad, entre Betel y Ay. Josué, por su parte, pasó esa noche con su ejército.


Cierto día, Débora mandó llamar a Barac, hijo de Abinoán, que vivía en Cadés, un pueblo de la tribu de Neftalí, y le dijo: —El Dios de Israel te ordena que reúnas en el monte Tabor a diez mil hombres de las tribus de Neftalí y de Zabulón.


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