13 ¡Vamos! Ordena al pueblo que se purifique y se prepare para mañana; y dile lo siguiente de parte del Dios de Israel: «Yo os ordené destruir todo lo que había en la ciudad de Jericó, pero vosotros os quedasteis con algunas cosas que debíais haber destruido.
13 Levántate, santifica al pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros.
13 »¡Levántate! Ordénale al pueblo que se purifique, a fin de prepararse para mañana. Pues esto dice el Señor, Dios de Israel: “En medio de ti, oh Israel, están escondidas las cosas apartadas para el Señor. Nunca derrotarás a tus enemigos hasta que quites esas cosas que tienes en medio de ti”.
13 Pues bien, vas a santificar a los israelitas. Les dirás: Santifíquense para mañana, porque esto dice Yavé, el Dios de Israel: El anatema está entre medio de ustedes, israelitas, y ustedes no opondrán resistencia a sus enemigos hasta que no hayan quitado de entre ustedes el anatema. Por eso comparecerán mañana por tribus.
13 Levántate, santifica al pueblo y diles: Santificaos para mañana, porque así dice YHVH el Dios de Israel: ¡Hay un anatema en medio de ti, oh Israel! ¡No podrás hacer frente a tus enemigos hasta que quites de tu seno a los malditos!
13 Levántate, pues, purifica al pueblo y diles: 'Purificaos para mañana, porque así habla Yahveh, el Dios de Israel: hay anatema en medio de Israel y no podrás hacer frente a tus enemigos hasta que apartéis de vosotros el anatema.
Luego vinieron los otros hijos de Jacob, pisotearon los cadáveres y robaron todo lo que había en la ciudad. Se llevaron ovejas, vacas, burros y todo lo que encontraron a su paso tanto en la ciudad como en el campo. También entraron en las casas y las saquearon, llevándose además sus mujeres y sus niños. Así vengaron la violación de su hermana Dina.
¿Os parece poco lo que habéis hecho, que todavía queréis hacer que la gente de Judá y Jerusalén sean vuestros esclavos y esclavas? ¿No os parece que ya habéis pecado bastante contra Dios?
En cuanto a ese falso profeta o intérprete de sueños, debe morir por haber hecho que os rebeléis contra vuestro Dios que os sacó de Egipto y os liberó de la esclavitud que allí padecíais. Deberá morir por intentar apartaros del camino que Dios os había señalado.
Lo que pasa es que los israelitas han pecado. Yo les ordené que destruyeran todo lo que había en la ciudad de Jericó. Era un pacto que habíamos hecho. Pero se quedaron con algunas de esas cosas. Las robaron, las escondieron entre sus pertenencias y luego mintieron acerca de lo que habían hecho.