19 Si os parece que en el territorio que os ha tocado no podéis adorar a Dios, venid al lugar que Dios ha elegido para adorarlo. Buscad un lugar donde estableceros dentro de nuestro territorio, pero no os rebeléis contra Dios, porque si os apartáis de él, también nosotros resultaremos culpables. Así que no levantéis otro altar aparte del altar de nuestro Dios.
19 Si os parece que la tierra de vuestra posesión es inmunda, pasaos a la tierra de la posesión de Jehová, en la cual está el tabernáculo de Jehová, y tomad posesión entre nosotros; pero no os rebeléis contra Jehová, ni os rebeléis contra nosotros, edificándoos altar además del altar de Jehová nuestro Dios.
19 »Si necesitan el altar porque la tierra de ustedes es impura, entonces únanse a nosotros en la tierra del Señor, donde se encuentra el tabernáculo del Señor, y compartan nuestra tierra. Pero no se rebelen contra el Señor ni contra nosotros al construir un altar diferente del altar único y verdadero del Señor nuestro Dios.
19 Si el territorio que poseen les parece impuro, vénganse al territorio que es la herencia de Yavé, allí donde él ha establecido su morada, y les darán una porción en medio de nosotros. Pero no se rebelen contra Yavé y contra nosotros, construyendo un altar distinto al de Yavé nuestro Dios.
19 Y ciertamente, si la tierra de vuestra propiedad es impura, pasaos a la tierra de la posesión de YHVH, en la cual está el Tabernáculo de YHVH, y tomad posesión entre nosotros, pero no os rebeléis contra YHVH ni os rebeléis contra nosotros, edificándoos un altar aparte del altar de YHVH nuestro Dios.
19 Y si en verdad el país del que habéis tomado posesión es impuro, pasaos a la tierra que pertenece a Yahveh, allí donde él ha establecido su morada, y tomad posesiones en medio de nosotros. Pero no os rebeléis contra Yahveh, ni os rebeléis contra nosotros construyendo para vosotros un altar, aparte del altar de Yahveh, nuestro Dios.
Jeroboán hizo altares para que la gente adorara a las imágenes de ídolos y becerros que él había fabricado. También nombró sus propios sacerdotes, y él y sus hijos expulsaron a los sacerdotes que servían a Dios. Por esa razón, los sacerdotes y levitas de todo Israel dejaron sus tierras y posesiones para establecerse junto a Roboán en Jerusalén y en el territorio de Judá.
Cuando los israelitas terminaron de conquistar la tierra, se reunieron todos en Siló. Allí levantaron la Tienda del encuentro donde se encontraban con Dios.
Los demás israelitas se enteraron de que esas tribus habían levantado un altar en territorio israelita, frente al país de Canaán en la ribera oeste del río Jordán.