12 Al norte, su frontera comenzaba en el río Jordán y subía por la pendiente que está al norte de Jericó. Seguía luego hacia el oeste, por la región montañosa, hasta el desierto de Bet-Avén.
12 Fue el límite de ellos al lado del norte desde el Jordán, y sube hacia el lado de Jericó al norte; sube después al monte hacia el occidente, y viene a salir al desierto de Bet-avén.
12 El límite norte de la tierra de Benjamín comenzaba en el río Jordán, pasaba por el norte de la ladera de Jericó y, hacia el occidente, atravesaba la zona montañosa y el desierto de Bet-avén.
12 Por el norte, su frontera partía desde el Jordán; subía por la pendiente de Jericó y proseguía por la montaña occidental para terminar en el desierto de Betaven.
12 Por el norte, su línea partía desde el Jordán, pues subía por la vertiente de Jericó al norte, después subía por la serranía hacia el occidente y sus extremos llegaban al desierto de Bet-Avén.
12 Hacia el norte, su límite arrancaba del Jordán, subía por el lado norte de Jericó, ascendía a la montaña hacia el poniente y venía a terminar en el desierto de Bet Avén.
Los habitantes de Samaría se sienten orgullosos del toro que adoran en Bet-Avén. Pero vendrá el ejército asirio y se llevará ese ídolo a su país como un regalo para su rey. Por eso los israelitas, junto con sus sacerdotes, sienten temor y se lamentan por perder ese ídolo ahora que es llevado al destierro.
Si vosotros, los de Israel, seguís adorando a otros dioses, ¡por lo menos que Judá no siga ese mal ejemplo! ¡No adoréis a esos ídolos en Guilgal o en Bet-Avén! ¡No juréis más en mi nombre!
La frontera sur del territorio asignado por sorteo a los descendientes de José comenzaba a la altura de los manantiales de Jericó, cerca del río Jordán. Luego pasaba por Jericó hacia el noroeste, atravesando el desierto y la región montañosa, hasta Betel.
El primer territorio sorteado fue para los grupos familiares de la tribu de Benjamín. Las tierras que les correspondieron quedaban entre las de Judá y las de Efraín y Manasés.
Josué, hijo de Nun, envió a dos hombres para que exploraran el territorio de Canaán, y en particular la ciudad de Jericó. Los dos hombres salieron de Sitín y, cuando llegaron a Jericó, fueron a la casa de una prostituta llamada Rajab. Allí pasaron la noche.
Mientras tanto, Josué envió desde Jericó algunos hombres a la ciudad de Ay que estaba situada al este de Betel, cerca de Bet-Avén. Les dijo: —Id y averiguad todo lo que podáis acerca de Ay y de sus alrededores. Los hombres de Josué cumplieron sus órdenes,
Y así sucedió, los filisteos se reunieron para atacar a los israelitas. Llegaron treinta mil carros de guerra, seis mil soldados de caballería, y un ejército que ni siquiera se podía contar. Todos ellos acamparon en Micmás, al este de Bet-Avén.