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Josué 10:12 - Biblia Lenguaje Básico

12 El día en que Dios les dio la victoria sobre los amorreos, Josué se dirigió a Dios y dijo delante de todos los israelitas: «Sol, no te muevas; detente sobre Gabaón. Y tú, luna, detente sobre el valle de Ayalón».

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Biblia Reina Valera 1960

12 Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 El día que el Señor les dio a los israelitas la victoria sobre los amorreos, Josué oró al Señor delante de todo el pueblo de Israel y dijo: «Que el sol se detenga sobre Gabaón, y la luna, sobre el valle de Ajalón».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Ese día en que Yavé puso al Amorreo en las manos de los israelitas, Josué se volvió hacia Yavé y exclamó delante de todo Israel: '¡Detente, sol, sobre Gabaón! ¡Y tu luna, sobre el valle de Ayalón!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y el día que YHVH entregó a los amorreos ante los hijos de Israel, Josué habló a YHVH y dijo a vista de todo Israel: ¡Sol, detente en Gabaón, y tú, oh luna, en el valle de Ayalón!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 El día en que Yahveh entregó a los amorreos en poder de los israelitas, aquel día Josué habló a Yahveh diciendo en presencia de Israel: '¡Deténte, Sol, en Gabaón; y tú, Luna, en el valle de Ayalón!'.

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Josué 10:12
29 Referans Kwoze  

Un día, Abner y los hombres de Isbóset salieron de Majanáin y fueron a Gabaón,


Si él lo ordena, el sol no sale ni dan luz las estrellas.


Aunque no se escuchan palabras ni se oye un solo sonido,


Tuyos son el día y la noche, pues hiciste el sol y la luna;


Dios está decidido a actuar como actuó en el monte Perasín; Dios va a mostrar su ira como en el valle de Gabaón. Dios está a punto de actuar, y lo hará de manera nunca vista.


Jamás ya tu sol se ocultará ni tu luna dejará de dar luz, porque Dios será para siempre tu luz y se habrá terminado el tiempo de tu tristeza.


Había en el pueblo de Gabaón un profeta llamado Ananías, hijo de Azur. Cuando Sedecías llevaba cuatro años reinando en Judá, Ananías habló conmigo en el Templo de Dios, en presencia de los sacerdotes y de todos los que estaban allí, y me dijo:


A vosotros, israelitas, yo os saqué de Egipto y durante cuarenta años os guie a través del desierto; destruí por completo a los amorreos y os di a vosotros su país, aunque ellos eran un pueblo de mucha fuerza y gran estatura.


Yo soy el Dios de Israel, y os aseguro que ese día el sol dejará de brillar; el mediodía se convertirá en noche y toda la tierra quedará a oscuras.


Pero yo estoy en mi santo Templo; ¡ante mí debe callar toda la tierra!


El sol y la luna se detuvieron ante el resplandor de tus relámpagos, ante la luz brillante de tus rayos.


No os dejéis seducir ni adoréis al sol ni a la luna, ni a las estrellas ni a los astros, porque Dios los ha creado para que todas las naciones los tengan como dioses.


Y el sol se detuvo y la luna no se movió hasta que los israelitas se vengaron de sus enemigos. Esto ha quedado registrado así en el Libro del Justo. El sol se quedó quieto en medio del cielo, y no se puso durante casi un día entero.


Ayalón y Gat Rimón, cada una con sus campos de pastoreo.


Cuando murió, lo enterraron en Ayalón, en el territorio de su tribu.


¡Hasta las estrellas del cielo lucharon contra Sísara!


Entonces Samuel pidió a Dios que enviara una tormenta con truenos y lluvia. Dios lo hizo así y los israelitas, al verlo, sintieron un gran respeto tanto por Dios como por Samuel.


La batalla se extendió desde Micmás hasta Ayalón, y duró hasta que los israelitas derrotaron a los filisteos. Pero los israelitas terminaron completamente agotados;


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