Jeremías 9:6 - Biblia Lenguaje Básico6 Por eso yo, el todopoderoso Dios de Israel, digo: Voy a hacer sufrir a mi pueblo, a ver si así cambia; ¿qué más puedo hacer con ellos? Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19606 Su morada está en medio del engaño; por muy engañadores no quisieron conocerme, dice Jehová. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente6 Amontonan mentira sobre mentira y rechazan por completo reconocerme», dice el Señor. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)6 Por eso, así habla Yavé de los Ejércitos: 'Voy a probarlos en el fuego del crisol, ¿qué otra cosa puedo hacer con la hija de mi pueblo?' Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion6 Tu morada° está en medio del engaño, Y a causa del engaño, se niegan a conocerme, dice YHVH. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19756 Por eso así dice Yahveh Sebaot: 'Aquí estoy: voy a acrisolarlos y probarlos. ¿Qué otra cosa puedo hacer con la hija de mi pueblo? Gade chapit la |
La gente comenzó a hacer planes en contra de Jeremías. Decían: «Vamos a acusarlo de algún crimen y así haremos que calle para siempre. No hagamos ningún caso a sus palabras, pues nunca nos faltará un sacerdote que nos enseñe la ley, ni un sabio que nos dé consejos, ni un profeta que nos hable de parte de Dios».
Los hijos de Elí eran unos malvados y no respetaban ni obedecían a Dios. Hacían cosas terribles con las ofrendas que la gente llevaba al santuario. Por ejemplo, la Ley de Dios decía que, al presentar las ofrendas, primero se debía quemar la grasa del animal y luego darle al sacerdote una porción de la carne. Sin embargo, cuando la gente apenas comenzaba a quemar la grasa, venía un sirviente de los hijos de Elí y le decía al que presentaba la ofrenda: —Dame la carne que le toca al sacerdote, para que yo se la prepare. Debo llevarla cruda porque el sacerdote no la quiere ya cocida. A veces alguien contestaba: —Déjame quemar primero la grasa, y luego te llevarás lo que gustes. Pero el sirviente le respondía: —Si no me la das ahora, me la llevaré por la fuerza. Muchas veces el sirviente llegaba con un tenedor, lo metía en la olla donde se estaba cocinando la carne, y todo lo que sacaba era para los hijos de Elí.