Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jeremías 7:29 - Biblia Lenguaje Básico

29 Jeremías, córtate la melena que llevas como persona dedicada a Dios, retírate a lugares desiertos y entona un canto de lamento. Porque Dios ha rechazado y abandonado a esta gente que tanto le ha irritado.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

29 Corta tu cabello, y arrójalo, y levanta llanto sobre las alturas; porque Jehová ha aborrecido y dejado la generación objeto de su ira.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Rápate en señal de luto y llora a solas en las montañas, porque el Señor ha rechazado y ha abandonado a esta generación que ha provocado su furia”.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Córtate tus cabellos largos y tíralos. Entona sobre los cerros pelados una lamentación. Porque Yavé ha despreciado y rechazado a esta generación a la que aborrece.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

29 ¡Corta tus guedejas y échalas de ti, y levanta endechas sobre las alturas! porque YHVH ha desechado y repudiado a la generación objeto de su ira.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Córtate el pelo y tíralo, entona una lamentación en las colinas, pues Yahveh desechó y repudió a la generación que provoca su ira.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 7:29
27 Referans Kwoze  

Por eso Dios abandonó a toda la raza israelita y la humilló, dejando que sus enemigos los oprimieran.


En cuanto Job oyó esto, se puso de pie y rasgó su ropa en señal de dolor; luego se rasuró la cabeza y se inclinó hasta el suelo en actitud de adoración,


El Dios todopoderoso os aconsejó que debíais lamentaros y vestiros de luto en señal de dolor.


He abandonado a mi pueblo querido, lo he entregado en manos del enemigo.


Dios de Israel, nos has herido tanto que ya no podremos recuperarnos. ¿Es que has rechazado por completo a Judá y has dejado de amar a Jerusalén? Esperábamos pasarlo bien, y lo estamos pasando mal; esperábamos vivir en paz, pero vivimos llenos de miedo. Reconocemos nuestra maldad y los pecados de nuestros antepasados; ¡hemos pecado contra ti!


En este país todos morirán, sean ricos o pobres, y nadie llorará por ellos ni los sepultará; nadie guardará luto por ellos.


Mira hacia las colinas y dime ¿dónde no me has sido infiel? Te sentabas junto a los caminos, igual que un beduino en el desierto, y te ofrecías como prostituta a todos los que pasaban. Con tu infidelidad has llenado de maldad el país.


Puede oírse por las montañas desiertas el llanto angustiado de los israelitas. Eligieron el camino equivocado, y a mí, que soy su Dios, me abandonasteis.


Los que viven en la ciudad de Gaza se rapan avergonzados la cabeza; los que viven en la ciudad de Ascalón se quedan mudos de miedo. En cuanto a vosotros, resto de los anaquitas, ¿hasta cuándo os haréis heridas en el cuerpo en señal de duelo?


No hay un solo hombre en Moab que no se haya rapado la cabeza ni se haya afeitado la barba. Todos se visten de luto y se hacen heridas en las manos.


Los llamarán «basura», porque yo los he desechado.


Destruiré las ciudades de Judá y las dejaré deshabitadas. Dejaré la ciudad de Jerusalén hecha un montón de ruinas. ¡En ese lugar vivirán solo los perros salvajes!


Es el Dios todopoderoso quien nos dice que llamemos a las mujeres que se contratan para llorar por los muertos. Debemos buscar a las más expertas y pedirles que vengan enseguida y nos entonen lamentos para que nuestros ojos se llenen de lágrimas y por nuestras mejillas corra el llanto.


¿Es verdad que nos has vuelto la espalda y que tu ira contra nosotros no va a tener fin?


Pero tú, dedica a los reyes de Israel este lamento:


—Ezequiel, hombre mortal, entona un canto fúnebre por el rey de Tiro. Dile de mi parte lo siguiente: Tú, rey de Tiro, eras perfecto en todo; tu sabiduría y tu belleza no tenían comparación.


Pueblo de Israel, escuchad este triste canto que entono por vosotros: Ya podéis daros por muertos. Quedaréis tendidos en el suelo y no volveréis a levantaros; seréis como una jovencita muerta que no volverá a la vida. No os irá bien en la guerra. Si de una ciudad salen mil soldados, solo cien volverán con vida; si de un pueblo salen cien soldados, solo diez volverán con vida. Si queréis seguir viviendo, debéis acudir a mí.


Que tus hijos queridos, Jerusalén, se afeiten la barba y se corten el pelo hasta quedar calvos como un buitre; que lo hagan en señal de duelo porque van a ser llevados al destierro a un país muy lejos de aquí.


Pero Jesús les contestó: —¡Sois gente malvada e incrédula! Mirad, la única prueba que os daré será la del profeta Jonás:


Vosotros pedís una señal porque sois malos y no queréis creer. Pero la única señal que os daré será lo que le pasó al profeta Jonás. Dicho esto, Jesús los dejó y se fue.


Os aseguro que todos seréis castigados por esto.


Al ver Juan que muchos fariseos y saduceos venían para que él los bautizara, les dijo: —¡Sois como víboras! ¿Creéis que os vais a escapar del castigo que Dios os enviará?


Pedro siguió hablando a la gente con mucho entusiasmo. Les dijo: —Escapad del castigo que espera a esta gente pecadora.


Israelitas, Dios es vuestro Creador; él os hizo, os estableció y ha sido para vosotros un padre. Pero vosotros habéis sido rebeldes, y le habéis traicionado. Habéis sido tercos y tontos, y no merecéis ser sus hijos. ¡Habéis sido malvados y perversos!


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite