Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jeremías 44:23 - Biblia Lenguaje Básico

23 Vosotros pecasteis contra Dios al adorar a otros dioses y al no querer obedecer ninguno de sus mandamientos. Por eso ahora tenéis que sufrir tan terrible desastre.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

23 Porque ofrecisteis incienso y pecasteis contra Jehová, y no obedecisteis a la voz de Jehová, ni anduvisteis en su ley ni en sus estatutos ni en sus testimonios; por tanto, ha venido sobre vosotros este mal, como hasta hoy.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

23 A ustedes les ocurrieron todas estas cosas horribles porque quemaron incienso a los ídolos y pecaron contra el Señor. Se negaron a obedecerlo y no han seguido sus instrucciones, sus decretos ni sus leyes.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Todas las calamidades que están ustedes padeciendo ahora, han sido porque ustedes ofrecieron incienso y pecaron así contra Yavé, no haciendo caso a su palabra y no portándose de acuerdo a su Ley, a sus mandamientos y órdenes.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

23 por lo mismo que ofrecisteis incienso y pecasteis contra YHVH, y no obedecisteis la voz de YHVH, ni anduvisteis en su Ley ni en sus estatutos ni en sus testimonios; por eso ha venido sobre vosotros este mal, como hasta hoy.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Puesto que habéis quemado incienso y habéis pecado contra Yahveh, y no habéis escuchado la voz de Yahveh ni habéis procedido según su ley, sus normas y sus ordenanzas, por eso os ha ocurrido esta desgracia, como sucede hoy'.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 44:23
24 Referans Kwoze  

Y se les contestará: «Porque Israel abandonó al Dios que sacó de Egipto a sus antepasados. Los israelitas han adorado y dado culto a otros dioses. Por eso Dios ha traído todo este mal sobre ellos».


Despreciaron tanto los mandamientos como el pacto que Dios había hecho con el pueblo de Israel. Adoraron ídolos que no valían nada, y por eso ellos mismos se convirtieron en gente sin valor. Imitaron a las naciones vecinas, aunque Dios les había prohibido hacerlo.


Pero ellos despreciaron a esos mensajeros de Dios, se burlaron de sus profetas y no les hicieron el menor caso, hasta el punto de que Dios ya no aguantó más y, muy enfadado, decidió castigarlos.


Acordaos de que vuestros antepasados hicieron lo mismo y por ello Dios nos castigó a nosotros y también a esta ciudad. Si no descansáis y dais culto a Dios los sábados, él nos castigará aún más.


Me dan ganas de llorar cuando veo que nadie cumple tus leyes.


Cada vez siento más cerca a los que se han alejado de tus leyes y andan buscando mi mal.


No salvarás a los malvados, pues no siguen tus enseñanzas.


No cumplieron su pacto con Dios, ni siguieron sus enseñanzas.


Pero pusieron a Dios a prueba: se rebelaron contra el Dios altísimo y desobedecieron sus mandatos;


Y este es el mensaje que debes darles: Si no me obedecéis y no cumplís la ley que os di,


Pues bien, ahora ha cumplido sus amenazas. Vosotros os rebelasteis contra él y no le hicisteis caso; por eso os ha sucedido todo esto.


Sin embargo, hasta ahora no os habéis arrepentido. No me respetáis, ni obedecéis los mandamientos que os di, a vosotros y a vuestros antepasados.


En cambio, desde que dejamos de hacerle ofrendas de incienso y vino, nos ha faltado de todo y la guerra y el hambre nos están matando.


—¿Y acaso creéis que Dios no lo sabía? Al contrario, Dios sabía muy bien que vosotros, vuestros antepasados, vuestros reyes, vuestros ciudadanos más importantes y todo el pueblo no hacían más que adorar a otros dioses en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén.


La culpa la tuvieron sus habitantes, pues habían cometido muchos pecados. Adoraron a otros dioses y les ofrecieron incienso, y con eso me ofendieron muchísimo. A esos dioses no los conocían, ni ellos ni vuestros antepasados.


Desde que llegasteis a Egipto, lo único que habéis hecho es ofenderme con vuestras acciones adorando a dioses falsos. ¡Lo único que vais a conseguir es que yo os destruya! Cuando eso ocurra, os convertiréis en objeto de maldición y de desprecio ante el mundo entero.


Tanto has pecado, Jerusalén, que todos te desprecian. Los que antes te admiraban ahora te desprecian y se burlan de tu desnudez. ¡Por eso derramas lágrimas y avergonzada escondes la cara!


Cuando los que adoran a los ídolos ofrecen algo, se lo ofrecen a los demonios y no a Dios. ¡Y yo no quiero que vosotros tengáis nada que ver con los demonios!


Nosotros somos el templo de Dios vivo. Si Dios está en nosotros, no tenemos nada que ver con los ídolos. Dios mismo dijo: Viviré con este pueblo y caminaré con ellos. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite