Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jeremías 38:23 - Biblia Lenguaje Básico

23 Todas las mujeres y los hijos del rey caerán bajo el poder de los babilonios y la ciudad será quemada. ¡Ni siquiera tú mismo lograrás escapar!

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

23 Sacarán, pues, todas tus mujeres y tus hijos a los caldeos, y tú no escaparás de sus manos, sino que por mano del rey de Babilonia serás apresado, y a esta ciudad quemará a fuego.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Todas tus esposas e hijos serán entregados a los babilonios y tú no escaparás. El rey de Babilonia te apresará, y esta ciudad será incendiada.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Llevarán a todas tus mujeres y tus hijos a los caldeos, y tú no escaparás de ellos, sino que caerás en manos del rey de Babilonia, el cual incendiará esta ciudad.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

23 Sacarán pues a todas tus mujeres y a tus hijos a los caldeos, y tú no escaparás de sus manos, sino que serás apresado por mano del rey de Babilonia, y harás que esta ciudad sea quemada a fuego.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Todas tus mujeres y tus hijos serán llevados a los caldeos. Tú no escaparás de su mano, sino que serás apresado por la mano del rey de Babilonia; y a esta ciudad se le prenderá fuego'.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 38:23
18 Referans Kwoze  

El rey Nabucodonosor hizo que mataran a los hijos de Sedecías en su presencia, y luego ordenó que le sacaran los ojos y lo sujetaran con cadenas para llevarlo a Babilonia.


Porque he decidido fijarme en esta ciudad y no para bien, sino para mal. Se la voy a entregar al rey de Babilonia para que la destruya con fuego. Soy yo, Dios, quien lo asegura».


Tú no podrás escapar de su poder, sino que serás capturado y entregado en sus manos. Te llevarán ante su presencia, y después de eso serás llevado prisionero a Babilonia.


Diles también que los babilonios volverán a atacar Jerusalén, que la conquistarán y le prenderán fuego.


Si no os rendís, entonces el ejército babilonio conquistará la ciudad y le prenderá fuego, y tú mismo, oh rey, no podrás escapar de sus manos.


Entonces Sedecías amenazó a Jeremías con estas palabras: —Escúchame, Jeremías: si en algo aprecias tu vida, más vale que te quedes callado y que nadie sepa nada de esto.


Pero el ejército babilonio los persiguió y los alcanzó cerca de Jericó. Allí capturaron a Sedecías y lo llevaron ante el rey de Babilonia, que en ese momento estaba en Riblá, en el territorio de Jamat. Allí mismo el rey decidió el castigo que se le daría a Sedecías.


En primer lugar, mandó que mataran delante de él a sus hijos y a todos los hombres importantes de Judá;


pero se llevó prisioneras a las hijas del rey junto con la gente que se había quedado en Mispá y que Nebuzaradán había puesto bajo el cuidado de Godolías. Con toda esa gente prisionera, Ismael se dirigió a la región de los amonitas.


Yo voy a castigar a todos los que viven en Judá. Sus casas, campos y mujeres pasarán a manos de otros. Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Pero si algún profeta se deja seducir y os da un mensaje falso, es que yo mismo, el Dios de Israel, así lo ha permitido. Sin embargo, castigaré a ese profeta y lo eliminaré del pueblo;


Pero aquel jefe de Judá se rebeló contra el rey de Babilonia; pidió ayuda a los egipcios, y ellos le enviaron caballos y un gran ejército. Ahora bien, ¿creéis que quien hace un trato y no lo cumple puede escapar con vida?


Al ver esto, me acordé de lo que Dios me había mostrado cuando vino a destruir Jerusalén y de la visión que tuve junto al río Quebar. Yo me postré tocando el suelo con la frente,


—No permitáis que la familia de Queat desaparezca de entre los descendientes de Leví.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite