Jeremías 34:21 - Biblia Lenguaje Básico21 De momento el ejército del rey de Babilonia ha dejado de atacar Jerusalén; pero yo entregaré a Sedecías y a sus oficiales en manos de los enemigos que quieren darles muerte. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196021 Y a Sedequías rey de Judá y a sus príncipes los entregaré en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan su vida, y en mano del ejército del rey de Babilonia, que se ha ido de vosotros. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente21 »”Yo entregaré a Sedequías, rey de Judá, y a sus funcionarios en manos del ejército del rey de Babilonia. A pesar de que se han ido de Jerusalén por un tiempo, Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)21 Entregaré también a Sedecías, rey de Judá, y a sus oficiales en manos de sus adversarios, o sea, al ejército del rey de Babilonia que acaba de retirarse. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion21 Y a Sedequías rey de Judá y a sus príncipes los entregaré en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan su vida, y en mano del ejército del rey de Babilonia, que acaba de retirarse. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197521 También entregaré a Sedecías, rey de Judá, y a sus príncipes en mano de sus enemigos y en mano de quienes atentan contra su vida y en mano del ejército del rey de Babilonia, que ha levantado el asedio. Gade chapit la |
El rey Sedecías ordenó que me encarcelaran por haber anunciado este mensaje de parte de Dios: —Yo, el Dios de Israel, voy a dejar que el rey de Babilonia conquiste la ciudad de Jerusalén. Ni siquiera Sedecías podrá escapar del poder de los babilonios, sino que caerá en manos del rey de Babilonia. Tendrá que presentarse ante el rey Nabucodonosor que lo llevará preso a su país donde permanecerá hasta que yo decida otra cosa. Si queréis luchar contra los babilonios, hacedlo; pero no os servirá de nada. Soy yo, Dios, quien lo asegura.
—Pregúntale a este pueblo rebelde si sabe lo que significa la comparación. Si no lo sabe, explícale que, cuando el rey de Babilonia vino a Jerusalén, hizo prisioneros al rey de Judá y a sus principales jefes, y se los llevó a su país. Sin embargo, hizo un trato con uno que era de la familia del rey, y le hizo jurar que no lo traicionaría. Mediante ese trato, el rey de Babilonia esperaba que los de Judá no se rebelaran, sino que cumplieran fielmente el pacto.
Yo soy el Dios de Israel y os juro por mí mismo que ese jefe de Judá morirá en Babilonia porque no cumplió su palabra y no respetó el trato que hizo con el rey que lo dejó seguir reinando. Cuando los babilonios ataquen Jerusalén, construyan rampas y torres de asalto para conquistar la ciudad y maten a mucha gente, de nada le servirá al jefe de Judá el gran ejército que le mandó el faraón. No tendrá ninguna posibilidad de salvarse.