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Jeremías 32:40 - Biblia Lenguaje Básico

40 Haré con ellos un pacto que durará para siempre. Estaré con mi pueblo en todo momento y lo ayudaré; haré que me respete y que no vuelva a alejarse de mí.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

40 Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

40 Y haré un pacto eterno con ellos: nunca dejaré de hacerles bien. Pondré en el corazón de ellos el deseo de adorarme, y nunca me dejarán.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

40 Pactaré con ellos una alianza eterna y no dejaré de acompañarlos para hacerles favores. Infundiré mi temor en su corazón para que no se aparten de mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

40 Haré con ellos un pacto eterno: no cesaré de seguirlos para hacerles bien, y pondré mi temor en su corazón para que no se aparten de mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

40 Sellaré con ellos una alianza eterna, por la que no cesaré de hacerles bien. Infundiré mi temor en su corazón, para que no se aparten de mí.

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Jeremías 32:40
27 Referans Kwoze  

es como la luz cuando amanece, como sol radiante en mañana sin nubes que hace crecer la hierba después de la lluvia».


De esta manera, no nos apartaremos de ti. ¡Danos vida, y te alabaremos!


El país se ha llenado de maldad, porque sus habitantes no han cumplido las leyes de Dios. Se habían comprometido a obedecerlo siempre, pero ninguno cumplió con ese pacto.


¡Venid a mí y prestad atención, obedecedme y viviréis! Yo haré un pacto con vosotros para siempre, cumpliré las promesas que hice a David.


«Porque yo —dice Dios— amo la justicia y odio el robo y el crimen. Por eso os daré una gran recompensa y haré con vosotros un pacto que durará para siempre.


Cambiaré su manera de ser y de pensar, para que me reconozca como su Dios y me obedezca en todo. Judá será mi pueblo y yo seré su Dios.


Ya no hará falta que unos sean maestros de otros, y que les enseñen a conocerme, porque todos me conocerán, desde el más joven hasta el más viejo. Yo les perdonaré todas sus maldades, y nunca más me acordaré de sus pecados. Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Preguntarán cómo llegar a Jerusalén y hacia allá se dirigirán. Al llegar, se reunirán conmigo para hacer un pacto eterno, del cual nunca más se olvidarán.


Yo os daré un corazón nuevo y pondré dentro de vosotros un espíritu nuevo; os arrancaré el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.


Derramaré mi espíritu sobre vosotros y haré que obedezcáis todos mis mandamientos.


Haré con ellos un pacto eterno de paz y llegarán a ser un pueblo numeroso. Y cuando ponga mi Templo en medio de ellos y viva allí para siempre, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Entonces las naciones reconocerán que yo soy Dios, el que ha elegido a Israel.


Derramaré mi espíritu sobre el pueblo de Israel y no volveré a darle la espalda. Yo soy el Dios de Israel y cumpliré mi palabra.


¡Qué importa que otras naciones adoren a sus propios dioses! ¡Nosotros obedeceremos siempre a nuestro Dios!».


Sed fuertes y valientes, pues Dios luchará a vuestro favor; no tengáis miedo de esos países, porque Dios está con vosotros y no os abandonará.


Dios mismo será tu guía y te ayudará en todo; él jamás te abandonará. ¡No tengas miedo ni te acobardes!


El Dios de paz resucitó a nuestro Señor Jesús, y por medio de la sangre que Jesús derramó al morir, hizo un pacto eterno con nosotros que somos su rebaño y él es nuestro gran Pastor. Por eso le pido al Dios de paz que haga que seáis perfectos en todo y que Jesucristo os ayude a cumplir la voluntad de Dios haciendo lo que le agrada. ¡Que Jesús reciba la gloria por siempre! Amén.


Por eso, mientras siga en pie la promesa de entrar en el descanso ofrecido por Dios, debemos tener cuidado. Sería una lástima que alguno de vosotros no pudiera recibir de Dios ese descanso.


Pero como Jesús no morirá jamás, mantiene su sacerdocio por siempre.


Dios nunca cambia. Fue Dios quien creó la luz y es quien nos da todo lo bueno y todo lo perfecto.


Vosotros tenéis fe en Dios y por eso él os protege con su poder, para que podáis ser salvos tal y como lo tiene planeado para los últimos tiempos.


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