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Jeremías 32:25 - Biblia Lenguaje Básico

25 Si la ciudad está a punto de caer en manos de los babilonios, ¿por qué me has ordenado comprar un terreno delante de testigos?

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

25 ¡Oh Señor Jehová! ¿y tú me has dicho: Cómprate la heredad por dinero, y pon testigos; aunque la ciudad sea entregada en manos de los caldeos?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Y aun así, oh Señor Soberano, me has ordenado comprar el terreno —hasta pagué mucho dinero en presencia de estos testigos— aunque la ciudad pronto será entregada a los babilonios».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 ¡Y a pesar de todo, tú, oh Señor Yavé, me dices: 'Cómprate este campo con plata, y toma testigos', justamente cuando la ciudad está a punto de ser conquistada por los caldeos!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 ¿Y Tú, oh Adonay YHVH, me dices: Cómprate la heredad con dinero ante testigos; mientras la ciudad cae en manos de los caldeos?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Y sin embargo, tú, Señor Yahveh, me has dicho: 'Cómprate el campo con dinero y requiere testigos', cuando la ciudad va a ser entregada en mano de los caldeos'.

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Jeremías 32:25
11 Referans Kwoze  

En medio del torbellino retumbó tu voz de trueno; la luz de tus relámpagos iluminó el universo; y la tierra tembló estremecida.


Dios es un rey justo, que hace valer el derecho. Su trono está rodeado de nubes. De su presencia sale fuego que consume a sus enemigos.


Yo les mandaré guerras, hambre y enfermedades, y así los eliminaré del país que les di a ellos y a vuestros antepasados.


Dios nos promete que en este país volveremos a comprar casas, terrenos y viñedos.


Los ejércitos de Babilonia están listos para atacar Jerusalén, y nuestra ciudad será arrasada por medio de la guerra, el hambre y las enfermedades. Dios de Israel, ¡tú mismo estás viendo cómo se cumple ahora todo lo que habías anunciado!


Ahora decís que esta tierra es un desierto en la que no hay personas ni animales porque yo la he entregado en manos de los babilonios. Pero yo os aseguro que se volverán a comprar terrenos en este país.


Vosotros no me habéis obedecido, no habéis cumplido el compromiso de dejar libres a vuestros compatriotas que teníais como esclavos. Pues bien, yo sí voy a permitir que la guerra, las enfermedades y el hambre actúen libremente contra vosotros, que os convertiréis en motivo de espanto para todas las naciones de la tierra. Recordad que cuando hicisteis el pacto conmigo, lo confirmasteis con la ceremonia de partir un novillo en dos partes pasando luego por entre las dos mitades, mientras decíais: «Que Dios haga lo mismo con nosotros si no cumplimos el pacto».


Jesús le respondió: —Ahora no entiendes lo que estoy haciendo, pero después lo entenderás.


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