Jeremías 31:8 - Biblia Lenguaje Básico8 Yo os haré volver de Babilonia; os haré volver de todos los rincones del mundo, y os llevaré a vuestra tierra. Serán muchos los que vuelvan. Volverán los ciegos y los cojos, las que estén embarazadas, y las que llevan bebés en brazos. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19608 He aquí yo los hago volver de la tierra del norte, y los reuniré de los fines de la tierra, y entre ellos ciegos y cojos, la mujer que está encinta y la que dio a luz juntamente; en gran compañía volverán acá. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente8 Pues los traeré del norte y de los extremos más lejanos de la tierra. No me olvidaré del ciego ni del cojo, ni de las mujeres embarazadas ni de las que están en trabajo de parto. ¡Volverá un enorme grupo! Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)8 Miren cómo los traigo del país del norte, y cómo los junto de los extremos del mundo. Están todos, ciegos y cojos, mujeres encinta y con hijos, y forman una multitud que vuelve para acá. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion8 Mirad: Yo los hago volver de la tierra del norte, Y los reuniré de los confines de la tierra, Y con ellos a los ciegos y cojos, A la mujer encinta junto con la que dio a luz: En una gran asamblea volverán acá. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19758 Mirad que voy a traerlos del país del norte, voy a recogerlos de los confines de la tierra; entre ellos están los ciegos y los cojos, la que está encinta y también la que ha dado a luz. Una gran asamblea vuelve aquí. Gade chapit la |
Así que dirígete al norte y anuncia este mensaje: Israel, pueblo infiel, ¡vuélvete a mí! No voy a mantener mi enfado para siempre, y te recibiré con los brazos abiertos, porque soy un Dios bondadoso. Tan solo te pido que reconozcas tu culpa, que admitas que te rebelaste contra mí, que no has querido obedecerme, y que bajo la sombra de cualquier árbol frondoso has adorado a otros dioses. Soy yo, Dios, quien lo asegura.
Lo sacaré de los países donde ahora está preso; lo reuniré y lo llevaré de vuelta a su tierra. Luego lo llevaré a los montes y a los valles de Israel, y a todas las poblaciones del país, para que se alimente con la mejor comida. Vivirá en los montes más altos de Israel. Yo mismo le daré de comer y lo haré descansar. Soy el Dios de Israel y cumpliré mi palabra.
Así dice nuestro Dios: Mi pueblo parece un rebaño de ovejas cojas y perdidas que están sufriendo mi castigo. Pero ya está cerca el día en que volveré a reunirlo. Cuando llegue ese día, con los pocos que hayan quedado volveré a hacer una gran nación, y desde mi Templo en Jerusalén reinaré sobre ella para siempre.
Supongamos que alguien de la comunidad cristiana que no está todavía bien formado en la fe, ve a uno de vosotros que sí estáis bien instruidos en la fe, tomar parte de un banquete donde se sirve carne sacrificada a los ídolos. Este hermano vuestro ¿no estará tentado de seguir vuestro ejemplo y comerá de esa carne?