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Jeremías 30:6 - Biblia Lenguaje Básico

6 ¿Por qué están pálidos los hombres? ¡Los veo retorcerse de dolor, como si fueran a tener un hijo! ¡Preguntad a ver si es posible que los hombres den a luz!

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Inquirid ahora, y mirad si el varón da a luz; porque he visto que todo hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer que está de parto, y se han vuelto pálidos todos los rostros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Déjenme hacerles una pregunta: ¿Acaso los varones dan a luz? ¿Entonces por qué están parados allí con sus caras pálidas y con las manos apoyadas sobre el vientre como una mujer en parto?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Pregunten y miren: ¿han visto que un hombre esté esperando un hijo? Pues entonces, ¿por qué veo a los hombres con las manos en las caderas como mujer que da a luz y sus caras se han puesto amarillas?

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Inquirid y averiguad: ¿Da a luz el varón? ¿Por qué pues, veo a todo varón como parturienta: Las manos a las caderas; los rostros lívidos y demudados?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Preguntad, pues, y ved si dan a luz los varones. Entonces, ¿por qué veo a todo hombre con las manos en las caderas, como parturienta, y todos los rostros se alteran

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Jeremías 30:6
19 Referans Kwoze  

pero cuando la vieron quedaron asustados y, llenos de miedo, echaron a correr.


Cuando veo lo que Dios hace con Babilonia, me tiembla todo el cuerpo; me causa un terrible dolor, como el que siente una mujer cuando va a tener un hijo. La angustia no me deja oír, el miedo no me deja ver.


Por eso así habla el Dios de Israel, el que rescató a Abrahán: De ahora en adelante, los israelitas no sentirán más vergüenza.


Cuando Dios os ponga por jefes a los que antes considerabais amigos, os lamentaréis y sentiréis los mismos dolores que una mujer cuando está de parto.


Escucho gritos de dolor. ¿Será acaso una mujer dando a luz por primera vez? No, no es eso; son los gritos de Jerusalén que pide ayuda entre gemidos y exclama con los brazos extendidos: ¡Ay de mí, que he caído en manos de asesinos!


Sus ciudades van a ser conquistadas, sus fortalezas, destruidas. En aquel día sus guerreros, asustados, temblarán como tiemblan las mujeres cuando dan a luz.


El enemigo se lanzará al ataque con la rapidez de las águilas; atacará con las alas desplegadas, y cubrirá la ciudad de Bosrá. Ese día, los soldados edomitas temblarán como tiemblan las mujeres cuando dan a luz.


Los habitantes de Damasco se han quedado sin fuerzas; quieren huir, pero les tiemblan las piernas; se retuercen de angustia y dolor, como si fueran mujeres a punto de dar a luz.


Al saber la noticia el rey de Babilonia tiembla de miedo y se retuerce de dolor como mujer que va a dar a luz.


Nos ha llegado, ¡oh Dios!, la noticia y tenemos mucho miedo; es tanto nuestro sufrimiento que parecemos una mujer a punto de tener un hijo.


se puso blanco y comenzó a temblar de miedo.


¡Qué torpe eres, Israel! ¡Te pareces a esos niños que están a punto de nacer, pero no se colocan en la posición adecuada para el parto!


Ante ellos tiemblan los pueblos y todos palidecen de miedo.


Los soldados enemigos gritan: «Tomemos el oro y la plata; ¡son tantas las riquezas de Nínive que parecen no tener fin!».


Cuando la gente diga: «Todo está tranquilo y no hay por qué tener miedo», entonces todo será destruido de repente, igual que le vienen los dolores de parto a una mujer embarazada, y nadie podrá escapar.


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