Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jeremías 30:11 - Biblia Lenguaje Básico

11 Yo estoy contigo para salvarte: destruiré a todas las naciones por las que te he dispersado. Pero a ti no te destruiré, aunque sí te daré el castigo que mereces. Soy yo, Dios, quien lo asegura.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Yo estoy contigo y te salvaré —dice el Señor—. Destruiré por completo a las naciones entre las cuales te esparcí, pero a ti no te destruiré por completo. Te disciplinaré, pero con justicia; no puedo dejarte sin castigo».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Yo estoy contigo para salvarte. Reduciré a la nada a todas las naciones por donde te disperse; pero a ti no te aniquilaré, sino que te corregiré como es debido, ya que no te dejaré sin castigo.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

11 Porque Yo estoy contigo para salvarte, dice YHVH, Destruiré a todas las naciones en donde te he dispersado, Pero a ti no te destruiré, Te corregiré con mesura, Pero de ninguna manera te dejaré impune.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Pues contigo estoy yo -oráculo de Yahveh- para salvarte, porque voy a exterminar a todas las naciones adonde te dispersé. Sólo a ti no te exterminaré, aunque te castigaré según tu merecido, pues impune del todo no te dejaré.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 30:11
29 Referans Kwoze  

—Preséntate ante David y dile que lo voy a castigar. Puede escoger uno de estos tres castigos:


Salmo de David. Instrucciones para el director del coro: este salmo deberá cantarse acompañado de instrumentos de ocho cuerdas.


Mi amor se mantiene por siempre, y siempre estoy dispuesto a perdonar a quienes hacen el mal. Pero también sé castigar al culpable, y a sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos.


Pero yo, que soy tu Dios, borraré todos tus pecados y no me acordaré más de todas tus rebeldías.


De nada servirán vuestros planes, pues Dios los hará fracasar. Planead lo que queráis, que no se cumplirá, pues Dios está con nosotros.


Esa gente luchará contra ti, pero no te podrá vencer, porque yo estaré a tu lado para cuidarte. Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Te pido que nos corrijas, pero hazlo con justicia. No nos corrijas mientras estés enojado, pues nos destrozarías por completo.


Yo haré que seas para este pueblo como un fuerte muro de bronce. Los malvados pelearán contra ti, pero no te podrán vencer, porque yo estaré contigo para librarte de su poder. ¡Yo te salvaré de esos tiranos! Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Porque así dice Dios: Toda la nación será destruida, pero no la destruiré por completo.


La gente de Israel y de Judá me traicionó, y ya no es mi pueblo. ¡Que los invada el enemigo! ¡Que les cause grandes daños! Pero no permitiré que os destruya del todo. Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Sin embargo, —yo, vuestro Dios, os lo aseguro—, no destruiré por completo a Judá.


Sé que el amor de Dios no tiene fin ni su compasión se agota.


Todavía estaba yo hablando, cuando cayó muerto Pelatías, hijo de Benaías. Entonces me postré ante el rey tocando el suelo con la frente y grité con todas mis fuerzas: —¡Ay, Dios mío! ¿Vas a matar a los pocos israelitas que aún quedan con vida?


Sin embargo, yo dejaré con vida a algunos de los que consigan escapar de la espada cuando sean llevados a otras naciones de la tierra. Cuando estén en esas naciones adonde han sido deportados, se acordarán de mí al ver el castigo que he tenido que darles por haberme sido infieles y haber adorado a los ídolos. Entonces se darán cuenta de lo mal que se portaron y se les revolverá el estómago al acordarse de su odiosa conducta.


No volveré a enfurecerme con vosotros, no volveré a destruir a Israel, pues no soy un simple hombre; soy el Dios santo que vive en medio de ti y no quiero destruirte.


Sin embargo, aunque estéis en un país enemigo, yo no os destruiré por completo. Mi ira no llega a tanto. Yo soy vuestro Dios y mantendré el pacto que hice con vuestros antepasados, cuando os saqué de Egipto para ser vuestro Dios a la vista de todas las naciones. Porque yo soy el Dios de Israel.


Enseñadles a cumplir todo lo que yo os he enseñado. Y sabed que estaré siempre con vosotros, hasta el fin del mundo.


Yo te ayudaré en todo, y nadie te hará daño. En esta ciudad hay mucha gente que me pertenece.


él no os abandonará ni os destruirá, porque os ama de verdad y jamás se olvidará del pacto que hizo con vuestros antepasados y que juró cumplir.


Que el Señor Jesucristo te bendiga y que la gracia de Dios os acompañe siempre.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite