Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jeremías 2:11 - Biblia Lenguaje Básico

11 Jamás ha existido una nación que haya abandonado a sus dioses, aun cuando sus dioses sean falsos. Pues vosotros, que sois mi pueblo, me habéis cambiado a mí, que soy el Dios verdadero y glorioso, por dioses que no sirven para nada.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 ¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? Sin embargo, mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no aprovecha.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 ¿Alguna vez una nación ha cambiado sus dioses por otros, aun cuando no son dioses en absoluto? ¡Sin embargo, mi pueblo ha cambiado a su glorioso Dios por ídolos inútiles!

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 ¿Qué nación cambió sus dioses? -aunque en verdad no son dioses-. Y mi pueblo cambia a su Dios glorioso por algo que no sirve.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

11 ¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses? (aunque ellos no son dioses). ¡Pues mi pueblo cambió mi° gloria por lo que no sirve!

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 ¿cambió de dioses alguna nación, y eso que ni siquiera son dioses? Pues mi pueblo cambió su gloria por lo que de nada sirve.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 2:11
23 Referans Kwoze  

Porque Salomón me ha abandonado y ha adorado a la diosa de los sidonios llamada Astarté, al dios de Moab llamado Quemós, y al dios de los amonitas, cuyo nombre es Milcón. Y es que Salomón no ha hecho lo que me agrada ni ha obedecido mis mandamientos, como sí lo hizo su padre David.


Pero el ángel de Dios dijo al profeta Elías: —Busca a los mensajeros de Ocozías y pregúntales por qué no consultan al Dios de Israel en vez de consultar a Baal Zebub.


Además, habéis expulsado a los sacerdotes descendientes de Aarón y a los levitas, y habéis elegido a vuestros propios sacerdotes. Así os estáis comportando como las gentes de otros pueblos que nombran como sacerdote de sus dioses falsos a cualquiera que traiga como ofrenda un ternero y siete carneros.


Dejaron de adorar a Dios, que era su motivo de orgullo, para adorar la imagen de un becerro.


Los ídolos de esas naciones son objetos de oro y plata; ¡son simple hechura humana!


son muchos los que me dicen que tú no vas a salvarme.


Es verdad que han arrojado sus dioses al fuego; pero en realidad esos no eran dioses, sino imágenes de madera y de piedra hechas por manos humanas, y por eso fueron destruidas.


Por lo tanto, oíd lo que os digo: Este pueblo dice ser mío, pero preguntad entre las naciones y veréis que ningún otro pueblo ha hecho cosas tan terribles.


Los sacerdotes nunca preguntaron por mí, los maestros de la Ley jamás me conocieron, los dirigentes pecaron contra mí, y los profetas no hablaron en mi nombre. Todos ellos siguieron a otros dioses que no sirven para nada, y en nombre de ellos hablaron.


¿Qué te hace pensar, Jerusalén, que voy a perdonarte? ¡Tus hijos me han abandonado y han jurado por dioses falsos! Yo les di todo lo que necesitaban, pero ellos me fueron infieles; ¡no hubo uno solo de ellos que no corriera tras dioses falsos!


Quizás así os arrepentiréis de haberme abandonado para adorar a todos esos ídolos.


¡Qué importa que otras naciones adoren a sus propios dioses! ¡Nosotros obedeceremos siempre a nuestro Dios!».


En lugar de adorar al único y poderoso Dios, que vive para siempre, adora a ídolos que ellos mismos se han hecho: ídolos con forma de seres humanos, mortales al fin y al cabo, o con forma de pájaros, de animales de cuatro patas y de serpientes.


En cuanto a esto de comer alimentos ofrecidos a los ídolos, bien sabemos que los ídolos no tienen vida, y que solamente hay un Dios.


Antes, cuando todavía no conocíais a Dios, vivíais como esclavos de los dioses falsos.


Provocasteis la ira de Dios, adorando otros dioses y haciendo cosas odiosas. Se trataba de dioses falsos, dioses desconocidos para vuestros antepasados. A esos dioses recién llegados, que no eran sino demonios, ofrecisteis sacrificios.


Os habéis inventado un dios falso para provocar mis celos; pues bien, ahora seré yo quien provoque vuestros celos; os cambiaré por otro pueblo de gente insensata que ni siquiera son un pueblo.


¡Dichoso tú, Israel, pues Dios te ha rescatado! Dios te protege y te ayuda; él te defiende de tus enemigos, ¡Tú los humillarás y los pondrás bajo tus pies!».


Porque Dios os libró de ese modo de vida tan poco provechoso que aprendisteis de vuestros antepasados. Y bien sabéis que, para liberaros, Dios no pagó con oro y plata, que son cosas que no duran;


Ella no respondió ni les hizo caso. Solo tuvo tiempo de ponerle a su hijo el nombre de «Icabod», y alcanzó a decir: —¡Dios nos ha abandonado! Israel ha perdido el Arca y han muerto mi suegro y mi marido. Y repetía: —¡Dios nos ha abandonado y ha sido capturada el Arca de Dios!


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite