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Jeremías 19:13 - Biblia Lenguaje Básico

13 Y las casas de Jerusalén y los palacios de los reyes de Judá en cuyas azoteas se quemó incienso para adorar a los astros del cielo y se hicieron ofrendas a otros dioses, serán como un Tófet, es decir, como un lugar impuro y repugnante».

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Biblia Reina Valera 1960

13 Las casas de Jerusalén, y las casas de los reyes de Judá, serán como el lugar de Tofet, inmundas, por todas las casas sobre cuyos tejados ofrecieron incienso a todo el ejército del cielo, y vertieron libaciones a dioses ajenos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Efectivamente, todas las casas de Jerusalén —incluso el palacio de los reyes de Judá— quedarán como Tofet, es decir, todas las casas donde quemaron incienso en las azoteas en honor a los astros como si fueran dioses o donde derramaron ofrendas líquidas a sus ídolos’”».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Las casas de los reyes de Judá y las de Jerusalén serán impuras como el lugar de Tofet; ¡todas aquellas casas, en cuyas terrazas quemaron incienso al ejército del cielo y derramaron vino a los dioses extranjeros!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 También las casas de Jerusalem y las casas de los reyes de Judá, que están contaminadas, serán como este lugar de Tófet: todas las casas sobre cuyos terrados queman incienso a todo el ejército de los cielos y vierten libaciones a otros dioses.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Y las casas de Jerusalén y las casas de los reyes de Judá serán, como el lugar de Tófet, impuras; así serán todas esas casas en cuyas terrazas se incensó a todo el ejército del cielo y se libaron libaciones a otros dioses'.

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Jeremías 19:13
19 Referans Kwoze  

Desobedecieron todos los mandamientos de su Dios, y fabricaron dos becerros de oro para adorarlos. Además, hicieron una imagen de Astarté, y adoraron a Baal y al sol, la luna y las estrellas.


Josías también destruyó el horno que estaba en el valle de Ben Hinón, para que nadie pudiera quemar en él a su hijo o hija como sacrificio en honor de Moloc.


Derribó también los altares que los reyes de Judá habían construido en la terraza del palacio de Ajaz, y los que Manasés construyó en los dos atrios del Templo de Dios. Convirtió en polvo esos altares y lo arrojó al arroyo Cedrón.


Después de destruir esas imágenes, llenó de huesos humanos los lugares donde habían estado.


No respetaron tu Templo, sino que le prendieron fuego.


Salmo de Asaf. Dios mío, naciones enemigas nos han invadido, han deshonrado tu santo Templo y han dejado en ruinas a Jerusalén.


Palabra de Dios sobre el Valle de la Visión: «¿Qué pasa en Jerusalén? ¿Por qué todos suben a las azoteas?


Y a esta ciudad junto con sus habitantes la convertiré en un Tófet —así os lo aseguro, yo que soy Dios—.


El ejército babilonio atacará Jerusalén, y prenderá fuego a todas las casas en las que en sus azoteas se quemaba incienso para adorar al dios Baal, y donde se presentaban ofrendas de vino en honor de los dioses falsos. Todo eso lo hacían para ofenderme.


En cambio, desde que dejamos de hacerle ofrendas de incienso y vino, nos ha faltado de todo y la guerra y el hambre nos están matando.


Nebuzaradán incendió el Templo de Dios, el palacio del rey y todas las casas de Jerusalén, en especial las de los líderes más importantes.


Los niños recogen la leña, los padres encienden el fuego y las mujeres preparan la masa para hacer panes y ofrecerlos a la que llaman «Reina del Cielo». Además, las ofrendas que presentan a otros dioses son un insulto para mí.


Cuando yo les entregué la tierra que había prometido darles, ellos hicieron pequeños templos en lo alto de las colinas y allí, bajo árboles frondosos, presentaban a los dioses falsos toda clase de ofrendas, provocando así mi ira.


a los que adoran a los astros en las terrazas de sus casas, y a los que me adoran a mí, pero también adoran al dios Milcón.


Al día siguiente, mientras el soldado y los sirvientes se acercaban a Jope, Pedro subió a la azotea de la casa para orar. Era como el mediodía.


Por eso Dios decidió olvidarse de ellos y permitió que adorasen a las estrellas del cielo como está escrito en el libro de los profetas: «Pueblo de Israel, durante los cuarenta años que estuvisteis en el desierto, no fue a mí a quien sacrificasteis animales ni a quien hicisteis ofrendas.


No os dejéis seducir ni adoréis al sol ni a la luna, ni a las estrellas ni a los astros, porque Dios los ha creado para que todas las naciones los tengan como dioses.


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