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Jeremías 19:10 - Biblia Lenguaje Básico

10 Tan pronto anuncies este mensaje, rompe en mil pedazos la vasija de barro en presencia de quienes te han acompañado

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 Entonces quebrarás la vasija ante los ojos de los varones que van contigo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 »Jeremías, rompe en pedazos a la vista de estos hombres la vasija que trajiste.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Después de decirles todo esto, harás pedazos este jarro en presencia de los que te hayan acompañado,

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Luego quebrarás la vasija ante los ojos de los hombres que vayan contigo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Luego romperás el botijo a la vista de los hombres que fueron contigo

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Jeremías 19:10
6 Referans Kwoze  

Será como un jarro que se rompe por completo. Tan pequeños son los pedazos que no sirven para nada; ¡ni para recoger las brasas de un brasero, ni para sacar agua de un pozo!».


Dios me dijo: —Jeremías, compra en la casa del alfarero una vasija de barro, y ve al valle de Ben Hinón, que está a la entrada de la puerta oriental. Haz que te acompañen algunos jefes del pueblo y los sacerdotes más importantes. Cuando llegues allí, diles a los reyes de Judá y a los habitantes de Jerusalén que presten atención a mis palabras. Este es el mensaje que les darás de mi parte: «Vosotros sois mi pueblo, pero me habéis abandonado. Para colmo, me habéis ofendido al adorar en este valle a otros dioses. Esos dioses nunca se preocuparon por vosotros ni por vuestros antepasados, ni por los reyes de Judá. Por eso yo, el todopoderoso Dios de Israel, voy a enviaros un desastre tan terrible, que quienes lo sepan temblarán de miedo. En este mismo valle vosotros habéis dado muerte a mucha gente inocente.


Pero se acerca el día en que enviaré enemigos que lleven al destierro a los habitantes de Moab y allí los dejen morir. Soy yo, Dios, quien lo asegura.


En las azoteas de las casas de Moab se oyen gritos de dolor; por todas sus calles y plazas no se oyen más que lamentos, porque hice pedazos a Moab como si fuera un frasco inútil.


Mientras Jesús comía, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro. Se acercó a él y derramó el perfume sobre su cabeza.


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