15 Porque mi pueblo me ha olvidado, incensando a lo que es vanidad, y ha tropezado en sus caminos, en las sendas antiguas, para que camine por sendas y no por camino transitado,
15 Pero mi pueblo no es confiable, porque me ha abandonado; quema incienso a ídolos inútiles. Tropezó y salió de los caminos antiguos y anduvo por senderos llenos de lodo.
15 ¡Y bien, mi pueblo me ha olvidado y quema incienso a cosas que no valen nada! Lo han desviado de sus caminos, de sus viejos senderos, para tomar caminos horrorosos, rutas intransitables.
15 Pues mi pueblo me ha olvidado, Y ofrece sus sacrificios a dioses vanos, Los hacen tropezar° en sus caminos, Los caminos antiguos, Para que anden por sendas, Por senderos no allanados,
15 Pues a mí me olvidó mi pueblo, incensaron a la nada. Los han hecho tropezar en sus caminos, en los antiguos senderos, para que anduvieran por veredas, por caminos no pisados;
Se olvidaron de los milagros que tú hiciste en su favor. Fueron desobedientes y nombraron a un jefe para que los llevara a Egipto, de vuelta a la esclavitud. Luego hicieron un toro de metal y dijeron que ese era su dios, el dios que los sacó de Egipto. Pero tú no los abandonaste, pues eres tierno y compasivo, y siempre estás dispuesto a perdonar. No te enfadas con facilidad, y es tanto tu amor que en ti se puede confiar.
¡Habitantes de Jerusalén, atravesad las puertas de la ciudad, preparad un camino para el pueblo! Hacedlo con cuidado, quitad las piedras y poned señales que sirvan de guía a las naciones.
por los crímenes que ha cometido tanto él como sus antepasados. Porque me ha ofendido gravemente al quemar incienso a los ídolos sobre los montes y las colinas, ajustaremos cuentas, y le daré su merecido. Os aseguro que así será».
Por eso Dios no perdonó a sus jóvenes, ni se compadeció de sus huérfanos y viudas. Todo el pueblo se ha portado mal y solo dice tonterías. Por ello, la ira de Dios no se ha calmado; nos sigue amenazando todavía.
Voy a castigar a mi pueblo, porque todos ellos se han comportado muy mal. Adoraron ídolos que ellos mismos hicieron y les ofrecieron incienso; a mí, en cambio, me abandonasteis.
Porque tú, Judá, tienes tantos dioses como ciudades, y tantos altares como calles tiene Jerusalén; en esos altares quemaste incienso a Baal, lo cual es una vergüenza.
Yo soy el todopoderoso Dios que planté a Israel y a Judá en esta tierra, como quien planta un árbol. Pero les he mandado esta desgracia por causa de su maldad, pues adoraron a Baal causando con ello mi enfado.
Dios mío, tú me das nuevas fuerzas; cuando me encuentro en peligro, tú eres mi refugio. Desde los lugares más lejanos del mundo vendrán a ti las naciones y dirán: «Nuestros antepasados fabricaron dioses falsos que no sirven para nada y nos los dejaron como herencia».
Los que te abandonan quedarán avergonzados; quienes se alejan de ti desaparecerán como el polvo. Solo tú eres fuente de agua viva, solo tú eres la esperanza de Israel.
Habéis construido altares a Baal, y en ellos habéis sacrificado a vuestros hijos como ofrenda a ese dios. ¡Pero eso es algo que yo nunca os ordené! ¡Jamás lo mencioné y ni siquiera me pasó por la mente!
Vosotros, pueblo mío, habéis cometido dos pecados: me abandonasteis a mí, que soy una fuente de agua viva, y os hicisteis vuestros propios estanques, que no retienen el agua. Yo era vuestro guía, pero vosotros me rechazasteis. ¿Qué ganáis, israelitas, con confiar en el poder de Egipto o en el poder de Asiria? ¡Vosotros sois libres y no habéis nacido esclavos! ¿Por qué ahora os dejáis tratar así? Los soldados de Menfis y Tafnes han acabado con vuestros gobernantes. Lanzan rugidos, como leones, y destruyen el país; han quemado las ciudades y ya nadie vive en ellas.
Vuestras propias rebeliones y maldades demuestran que sois culpables. Reflexionad y reconoced lo malo y triste que es abandonarme y no honrarme a mí, vuestro Dios. Soy yo, el Dios todopoderoso, quien lo asegura.
Puede oírse por las montañas desiertas el llanto angustiado de los israelitas. Eligieron el camino equivocado, y a mí, que soy su Dios, me abandonasteis.
Vosotros y vuestras mujeres habéis prometido adorar a la Reina del Cielo y presentarle ofrendas. ¡Y estáis decididos a cumplir vuestras promesas! Pues bien, hacedlo;
También os dije que os paraseis en los cruces de caminos y preguntarais por el camino a seguir. Porque solo siguiendo el buen camino podréis hallar descanso. ¡Pero os habéis negado a seguirlo!
Pero habéis dejado de hacer el bien; con vuestro mal ejemplo habéis hecho pecar a mucha gente y habéis desobedecido el pacto que hice con Leví. Esto es lo que os digo yo, que soy el Dios todopoderoso.
Os habéis inventado un dios falso para provocar mis celos; pues bien, ahora seré yo quien provoque vuestros celos; os cambiaré por otro pueblo de gente insensata que ni siquiera son un pueblo.