Jeremías 13:25 - Biblia Lenguaje Básico

²⁵ ¡Eso es lo que os merecéis, ya que os olvidasteis de mí, y decidisteis confiar en dioses falsos!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁵ Esta es tu suerte, la porción que yo he medido para ti, dice Jehová, porque te olvidaste de mí y confiaste en la mentira.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁵ Esta es tu asignación, la porción que te he dado —dice el Señor—, porque ustedes me han olvidado y han puesto su confianza en dioses falsos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁵ ése es tu premio, el salario de tu rebelión, que yo te había reservado, dice Yavé, porque a mí me echaste al olvido y te entregaste a la Mentira.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁵ Ésta es tu suerte, La porción señalada por mí mismo, dice YHVH, Porque te has olvidado de mí y has confiado en la mentira.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁵ Ésta es tu suerte, la parte que te asigno -oráculo de Yahveh-, porque me has olvidado y has confiado en la mentira.

Jeremías 13:25 Referans Kwoze

Job 20:29

Esto es lo que Dios prepara al malvado, esta es la herencia que le tiene reservada.

Salmos 11:6

Sobre ellos dejará caer una lluvia de brasas de fuego y de azufre encendido. ¡Un viento abrasador los consumirá!

Salmos 9:17

Tú te has dado a conocer como un juez siempre justo; en cambio, los malvados caen en su propia trampa.

Isaías 17:4

Y sucederá que aquel día Israel perderá su esplendor y su fuerza se convertirá en debilidad.

Isaías 28:15

«Vosotros os sentís muy seguros porque habéis hecho un pacto con los poderes de la muerte; por eso —decís— cuando llegue el desastre, no nos alcanzará porque hemos buscado amparo en la mentira, nos hemos construido un refugio con el engaño».

Isaías 34:17

A cada uno de estos animales le dio su propio territorio, y allí vivirán para siempre.

Isaías 65:7

por los crímenes que ha cometido tanto él como sus antepasados. Porque me ha ofendido gravemente al quemar incienso a los ídolos sobre los montes y las colinas, ajustaremos cuentas, y le daré su merecido. Os aseguro que así será».

Jeremías 10:14

La gente es necia, no sabe nada; los ídolos son una vergüenza para quienes los fabrican. Esos ídolos son un engaño; por supuesto, no tienen vida.

Jeremías 18:15

Pues este pueblo mío me ha olvidado para adorar a ídolos inútiles. No sigue las enseñanzas que desde un principio le di, no se comporta como debe.

Jeremías 2:13

Vosotros, pueblo mío, habéis cometido dos pecados: me abandonasteis a mí, que soy una fuente de agua viva, y os hicisteis vuestros propios estanques, que no retienen el agua. Yo era vuestro guía, pero vosotros me rechazasteis. ¿Qué ganáis, israelitas, con confiar en el poder de Egipto o en el poder de Asiria? ¡Vosotros sois libres y no habéis nacido esclavos! ¿Por qué ahora os dejáis tratar así? Los soldados de Menfis y Tafnes han acabado con vuestros gobernantes. Lanzan rugidos, como leones, y destruyen el país; han quemado las ciudades y ya nadie vive en ellas.

Jeremías 2:32

Ninguna novia se olvida de su vestido o de sus joyas; vosotros, en cambio, que sois mi pueblo, hace mucho que os olvidasteis de mí.

Jeremías 3:21

Puede oírse por las montañas desiertas el llanto angustiado de los israelitas. Eligieron el camino equivocado, y a mí, que soy su Dios, me abandonasteis.

Ezequiel 23:35

Y también te digo que por haberme olvidado y haberme dado la espalda, tendrás que sufrir las consecuencias de tu desvergüenza y tu conducta de prostituta.

Miqueas 3:11

Los sacerdotes, profetas y jueces enseñan, predican o juzgan solo a cambio de dinero. Y para colmo se atreven a decir: «No tenemos nada que temer; ¡Dios está con nosotros!».

Sofonías 3:2

No aceptas consejos de nadie, ni permites que se te corrija; no me buscas ni confías en mí.

Mateo 24:51

lo castigará con dureza como se castiga a todos los que engañan a sus amos. Entonces llorará y le rechinarán de terror los dientes.

Romanos 1:25

En vez de adorar al Dios verdadero, adoran a dioses falsos; adoran las cosas que Dios ha creado, en vez de adorar al Dios que las creó y que merece ser adorado por siempre. Amén.