Isaías 26:2 - Biblia Lenguaje Básico

² Abrid las puertas de Jerusalén, pues por ellas entrará un pueblo justo y fiel,

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

² Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Abran las puertas a todos los que son justos; dejen entrar a los fieles.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Abran las puertas para que entre la gente buena, que cumple fielmente

La Biblia Textual 3a Edicion

² ¡Abrid las puertas y entrará un pueblo justo que guarda la fidelidad!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Abrid las puertas, para que entre la nación justa que se ha mantenido leal.

Isaías 26:2 Referans Kwoze

Salmos 106:5

Déjame cantarte alabanzas en compañía de tu pueblo elegido; ¡déjame disfrutar de su bienestar y alegría!

Salmos 118:19

¡Abridme paso, puertas del Templo de Dios! Por vosotras solo pasan los que Dios considera justos. ¡Abridme paso, que quiero darle gracias a Dios!

Salmos 24:7

¡Abrid las puertas de Jerusalén! ¡Dejad abiertas las antiguas entradas para que pase el Rey poderoso!

Éxodo 19:6

Vosotros seréis mis sacerdotes y un pueblo consagrado a mí. Esto es lo que debes decir a los israelitas.

Isaías 45:25

Gracias a él los israelitas triunfarán y se llenarán de orgullo.

Isaías 54:14

Vivirás libre de peligros, y no volverás a sentir miedo.

Isaías 54:17

Pero ningún arma usada contra ti será capaz de destruirte. Israel, tú harás callar a todo el que te acuse, porque yo, el único Dios, hago triunfar a los que me adoran. Os aseguro que así será.

Isaías 58:8

Los que ayunan así brillarán como la luz de la aurora, y sus heridas sanarán muy pronto. Caminarán con rectitud y Dios los acompañará.

Isaías 60:11

Tus puertas, Jerusalén, no se cerrarán ni de día ni de noche para que así las naciones, bajo la guía de sus reyes, puedan traerte sus riquezas.

Isaías 60:18

Nunca más se oirá hablar de violencia contra ti, nadie asolará ni destruirá tu territorio; a tus murallas, Jerusalén, las llamarán "Salvación", y a tus puertas "Alabanza".

Isaías 60:21

En ti, Jerusalén, solo vivirá gente honrada que será la dueña del país por siempre. Será como los brotes de una planta que yo mismo planté; será la obra que yo realicé para mostrar mi poder.

Isaías 61:3

para cambiar su derrota en victoria, su vestido de luto en traje de fiesta y su tristeza en un canto de alabanza. Aquel día serán llamados «robles de la justicia», «plantación gloriosa de Dios».

Isaías 62:1

Por amor a ti, Jerusalén, no callaré; Por amor a ti no descansaré hasta que Dios te dé la victoria.

Isaías 62:10

¡Habitantes de Jerusalén, atravesad las puertas de la ciudad, preparad un camino para el pueblo! Hacedlo con cuidado, quitad las piedras y poned señales que sirvan de guía a las naciones.

Isaías 62:2

Las naciones verán tu liberación y todos los reyes de la tierra reconocerán su grandeza. Dios te dará un nombre nuevo

Zacarías 8:20

Vendrán muchos pueblos y naciones, y los habitantes de una ciudad vendrán a decir a los de la otra: «Vamos a pedir la bendición de Dios»; y ellos responderán: «Nosotros también la pediremos».

Hechos 2:47

Juntos alababan a Dios, y todos en la ciudad los querían. Cada día el Señor hacía que muchos creyeran en él y se salvaran.

1 Pedro 2:9

Pero vosotros «sois miembros escogidos de la familia de Dios, sois sacerdotes y reyes, sois su pueblo. Para que anunciarais su grandeza», Dios mismo os sacó de la oscuridad del pecado y os hizo entrar en su luz maravillosa.

2 Pedro 3:13

Pero nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido, donde todo será bueno y justo.

Judas 1:3

Queridos míos, hace tiempo que he querido escribiros acerca de la salvación que Dios nos ha dado. Ahora os escribo para pediros que luchéis y defendáis la fe que Dios ha dado a los creyentes de una vez por todas.

Apocalipsis 21:24

Gente de todos los países caminará a la luz que sale de la ciudad y los reyes de la tierra vendrán a traerle sus riquezas.

Apocalipsis 5:9

Y todos ellos cantaban un cántico nuevo que decía: —Solo tú mereces tomar el libro y romper sus sellos. Porque fuiste sacrificado, y con tu sangre rescataste para Dios a gente de toda raza, idioma, pueblo y nación.