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Isaías 1:16 - Biblia Lenguaje Básico

16 ¡Dejad ya de pecar! ¡No quiero ver vuestra maldad! ¡Dejad ya de hacer lo malo

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

16 Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 ¡Lávense y queden limpios! Quiten sus pecados de mi vista. Abandonen sus caminos malvados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 ¡Lávense, purifíquense! no me hagan el testigo de sus malas acciones,

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 ¡Lavaos, purificaos, y quitad de mi vista la maldad de vuestras obras! ¡Cesad de hacer el mal!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 lavaos, purificaos, apartad vuestras malas acciones de delante de mis ojos; cesad de obrar el mal,

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Isaías 1:16
31 Referans Kwoze  

Dios había advertido muchas veces, por medio de los profetas, tanto a los de Israel como a los de Judá que cambiaran su mala conducta y obedecieran los mandamientos que él, su Dios, había dado a sus antepasados.


Dios mío, yo no he hecho nada malo; por eso me acerco a tu altar


dejad de hablar mal de otros y de andar diciendo mentiras;


Así que aléjate de la maldad, haz siempre lo bueno y tendrás siempre un lugar donde vivir.


Más que recibir sacrificios, Dios prefiere que se haga justicia y que se practique la honradez.


Por nada de este mundo dejes de hacer el bien; ¡apártate de la maldad!».


En cuanto a vosotros poneos en marcha y salid de Babilonia. Purificaos y no toquéis nada impuro pues debéis transportar los utensilios del Templo.


Y ahora, Jeremías, advierte a la gente de Judá y a los que viven en Jerusalén que yo, el Dios de Israel, voy a enviarles un desastre. Diles que dejen de comportarse mal y que cambien su conducta.


Ellos os decían: «Dejad ya de hacer el mal y comportaos como es debido. Si lo hacéis así, habitaréis para siempre en la tierra que Dios os ha dado a vosotros y a vuestros antepasados.


Si te hacen caso y dejan de hacer lo malo, entonces ya no los castigaré como había pensado hacerlo.


Os he enviado una y otra vez a los profetas, mis servidores, para que os convirtierais y no dierais culto a otros dioses. Os he pedido que me obedezcáis para que podáis vivir en la tierra que os prometí a vosotros y a vuestros antepasados. Sin embargo, vosotros os habéis empeñado en no hacerme caso.


«Pero aún puedes salvarte, Jerusalén. Solo tienes que apartar de ti todos esos malos pensamientos. ¿Hasta cuándo vas a dejar que esos pensamientos te dominen?».


Que todos se pongan ropas ásperas y oren a Dios con todas sus fuerzas. Que dejen de hacer lo malo y no se comporten con violencia.


Ese día —así os lo aseguro yo, el Dios todopoderoso— haré que brote un manantial donde los descendientes de David y los habitantes de Jerusalén puedan lavar sus pecados y purificarse de sus impurezas.


Esto que ahora os digo ya lo dije hace mucho tiempo por medio de los profetas, cuando aún estaban habitadas Jerusalén y las ciudades vecinas, cuando aún se vivía en paz en el desierto y en la llanura.


Demostrad con vuestra conducta que habéis dejado de pecar.


Así que, no esperes más; anda, bautízate y pídele al Señor que perdone tus pecados».


Amad a los demás con sinceridad. Rechazad todo lo que sea malo y no os apartéis de lo que sea bueno.


Queridos hermanos: Estas son las promesas que Dios nos ha hecho. Por eso debemos mantenernos limpios de todo lo que pueda mancharnos, ya sea el cuerpo o el espíritu, y para ello debemos honrar a Dios y serle fieles hasta el fin.


Haceos amigos de Dios y él se hará vuestro amigo. ¡Pecadores, dejad de hacer el mal! Los que queréis portaros correctamente, debéis arrepentiros del mal que habéis hecho.


Por lo tanto, dejad de hacer el mal. No digáis mentiras, ni seáis hipócritas, envidiosos o chismosos.


deben hacer el bien, dejar de hacer el mal y vivir en paz con todos.


Yo le respondí: —Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: —Son los que han pasado por un tiempo de gran sufrimiento que hubo en la tierra. Son aquellos a quienes se les han perdonado los pecados por medio de la muerte del Cordero.


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