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Hechos 9:6 - Biblia Lenguaje Básico

6 Pero levántate y entra en la ciudad, que allí sabrás lo que tienes que hacer.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Ahora levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Ahora levántate y entra en la ciudad. Allí se te dirá lo que tienes que hacer.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Pero levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que tienes que hacer.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Pero levántate, entra en la ciudad y te dirán lo que has de hacer'.

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Hechos 9:6
33 Referans Kwoze  

A los que te honran, tú les muestras cómo deben vivir


Dios mío, felices los que tú corriges, los que instruyes con tu ley;


Yo he visto tu desobediencia, pero sanaré tu rebeldía y daré descanso y consuelo a todos los que están tristes.


Yo hice todo lo que existe, y todo me pertenece. Así os lo aseguro yo, que soy Dios. Yo miro con bondad a los pobres y afligidos que respetan mi palabra.


Era una voz que me decía: —Ezequiel, hombre mortal, ponte en pie, que quiero hablar contigo.


Mientras yo estaba allí, Dios me hizo sentir su poder y me dio esta orden: —Levántate y vete al valle. Allí te diré lo que tienes que hacer.


Cuando escucho todo esto, me tiemblan los labios y se estremece mi cuerpo; siento que mis huesos se desmoronan y que el suelo se hunde bajo mis pies. Pero yo espero con paciencia el día en que castigarás a los que ahora nos atacan.


Y muchas personas que ahora son importantes, entonces no lo serán; y muchos que ahora no lo son, serán los más importantes.


La gente le preguntaba: —¿Qué podemos hacer para salvarnos?


Ellos respondieron: —Nos envía el capitán Cornelio, que es un hombre bueno y adora al verdadero Dios. Todos los judíos lo respetan mucho. Un ángel del Señor se le apareció y le dijo: «Haz que Pedro venga a tu casa, y escucha bien lo que va a decirte».


Envía unos mensajeros a Jope para que busquen a un hombre llamado Pedro, que está viviendo en casa de un curtidor de pieles llamado Simón. La casa está junto al mar».


que está viviendo en casa de un curtidor de pieles llamado Simón. La casa está junto al mar.


Todos los que oyeron estas palabras quedaron fuertemente impresionados. Así que preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: —Vosotros sois nuestros hermanos; decidnos qué debemos hacer.


Entonces pregunté: «Señor Jesús, ¿qué debo hacer?». El Señor me dijo: «Levántate y entra en la ciudad de Damasco. Allí se te dirá lo que debes hacer».


Anda, ponte en pie, porque me he aparecido a ti para que seas mi servidor. Quiero que seas testigo de lo que ahora sabes de mí, y también de lo que aún tengo que mostrarte.


—¿Quién eres, Señor? —preguntó Saulo. —Yo soy Jesús —respondió la voz—. Es a mí a quien estás persiguiendo.


Después, Isaías se atrevió a recordar algo que Dios había dicho: Me encontraron aquellos que no me buscaban; me presenté ante gente que no preguntaba por mí.


No comprenden que solo Dios nos puede declarar inocentes. Por eso han tratado de hacer algo para que Dios los acepte pero, en realidad, han rechazado la manera en que Dios quiere aceptarlos.


La ley apareció para que el pecado se hiciera fuerte; pero si bien el pecado se hizo fuerte, la gracia de Dios lo superó.


Cuando yo todavía no conocía la ley, vivía tranquilo; pero cuando conocí la ley, me di cuenta de que era un gran pecador


Queridos hermanos, cuando estaba con vosotros, siempre me obedecíais. Ahora que estoy lejos, debéis hacerlo más que nunca. Por eso, con pleno respeto a Dios, trabajad en vuestra salvación.


Aunque la gracia que Dios nos da es muy grande; por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero brinda su gracia a los humildes».


Pídele a Jesé que te acompañe. Cuando yo te diga a cuál de sus hijos he elegido como rey, tú derramarás el aceite sobre su cabeza.


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