Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Hechos 5:4 - Biblia Lenguaje Básico

4 Antes de vender el terreno, era de tu propiedad. Y cuando lo vendiste, todo el dinero también era tuyo. ¿Por qué has decidido hacer esto? No nos has mentido a nosotros, sino a Dios.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 La decisión de vender o no la propiedad fue tuya. Y, después de venderla, el dinero también era tuyo para regalarlo o no. ¿Cómo pudiste hacer algo así? ¡No nos mentiste a nosotros sino a Dios!».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Podías guardar tu propiedad y, si la vendías, podías también quedarte con todo. ¿Por qué has hecho eso? No has mentido a los hombres, sino a Dios.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Reteniéndola, ¿acaso no quedaba siendo tuya? Y una vez vendida, ¿no estaba a tu disposición? ¿Por qué pusiste este asunto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 ¿No eras dueño para quedarte con él, y no podías disponer plenamente de él aun después de vendido? ¿Por qué te decidiste a hacer lo que has hecho? No has defraudado a los hombres, sino a Dios'.

Gade chapit la Kopi




Hechos 5:4
26 Referans Kwoze  

Yo sé, Dios mío, que tú te das cuenta de nuestras intenciones y que te gusta que seamos sinceros. Por eso siento una gran alegría al comprobar que tanto yo como el pueblo hemos presentado nuestras ofrendas, de buena voluntad y con toda sinceridad.


Es tan grande mi amor por este Templo para mi Dios, que además de todo lo que ya he reunido, voy a entregar de mis propias riquezas lo siguiente:


y también el oro y la plata necesarios para los muebles y utensilios que harán los artesanos. Así pues, ¿quién de vosotros quiere hoy contribuir con una aportación voluntaria para la construcción del Templo?


El rey David y todo el pueblo estaban muy contentos al ver la generosidad y espontaneidad con que todos habían hecho sus aportaciones.


El malvado solo acarreará desgracia, en su interior no hay más que engaño.


Todavía no he dicho nada, y tú ya sabes lo qué voy a decir.


Ya tienes listas tus armas de muerte, ya tienes listas tus flechas de fuego.


Todos los israelitas, hombres y mujeres, llevaron su ofrenda voluntaria y se la entregaron a Moisés para la construcción de todo lo que Dios había ordenado.


No cometas el error de hablar sin pensar ni tampoco te disculpes luego con el ministro de Dios, y digas que lo hiciste sin querer. No hay necesidad de que Dios se enfade contigo y destruya lo que tanto trabajo te ha costado, ¡y todo por hablar sin pensar!


Nadie se presenta ante el juez con honradez y buenas intenciones. Todos confían en lo que no vale nada y nadie dice la verdad; no hay más que maldad en su interior y todo lo que hacen es perverso.


Aquel día harás toda clase de planes malvados.


No os estáis quejando y rebelando contra Aarón sino contra Dios.


Luego Jesús les dijo a sus discípulos: —Cualquiera que os escuche a vosotros, me escucha a mí y cualquiera que os rechace a vosotros, a mí me rechaza; y la persona que me rechaza, rechaza también a Dios, que fue quien me envió.


Entonces Pedro dijo a Ananías: —¿Por qué le has hecho caso a Satanás y te has quedado con parte del dinero, creyendo que podrías engañar al Espíritu Santo?


—¿Por qué os pusisteis de acuerdo para engañar al Espíritu del Señor? Mira, ahí vienen los muchachos que acaban de enterrar a tu marido; ellos mismos te enterrarán también a ti.


Pero nuestra relación con Dios no va a ser mejor o peor por causa de los alimentos que comamos.


Por eso, el que rechaza esta enseñanza no está rechazando normas humanas, sino a Dios mismo, que os ha dado su Espíritu Santo.


Pero no haré nada sin que tú estés de acuerdo, para que el favor que te pido no te resulte una obligación.


Los malos deseos nos llevan a pecar, y el pecado, una vez cometido, causa la muerte.


Dios le dijo: —Haz lo que te piden. No te están rechazando a ti, sino a mí. ¡No quieren que yo sea su rey!


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite