Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Hechos 2:4 - Biblia Lenguaje Básico

4 Fue así como el Espíritu Santo los llenó de poder a todos ellos, y empezaron a hablar en otros idiomas. Cada uno lo hacía según lo que el Espíritu Santo le concedía hablar.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Y todos los presentes fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas, conforme el Espíritu Santo les daba esa capacidad.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía hablar.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Todos ellos se sintieron llenos de Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diversas lenguas, según como el Espíritu les concedía expresarse.

Gade chapit la Kopi




Hechos 2:4
55 Referans Kwoze  

«El espíritu de Dios está en mi boca, él es quien habla por medio de mí.


Pues bien, ya que no hacéis caso, Dios os va a hablar en un lenguaje extraño, en un idioma que no podréis entender.


«Este es el pacto —dice Dios— que yo hago con vosotros: os prometo que mi poder, y las enseñanzas que os he dado, nunca se apartarán de vosotros ni de vuestros descendientes. Así os lo aseguro ahora y para siempre».


¡Me invade la ira de Dios, y ya no puedo contenerme! Pues bien —dice Dios—, da rienda suelta a tu enfado sobre los niños que andan por la calle, sobre las pandillas de jóvenes, sobre esposas y maridos, sobre los ancianos cargados de años. ¡Todos ellos serán hechos prisioneros!


Vete al lugar donde está desterrada la gente de tu pueblo y dales este mensaje de mi parte, tanto si quieren escucharte como si no quieren.


Pero yo, Miqueas, estoy lleno del poder de Dios. Por eso puedo afirmar que nuestro Dios es un Dios justo. También puedo acusar a los israelitas de ser un pueblo pecador y desobediente.


Cuando os entreguen, no os preocupéis por lo que vais a decir, ni cómo lo diréis, porque en ese momento Dios os indicará lo que debéis decir.


Los que crean en mí podrán hacer en mi nombre cosas maravillosas tales como expulsar demonios, hablar idiomas nuevos y extraños,


Tu hijo va a ser muy importante ante Dios. No beberá vino ni cualquier otro licor, y el Espíritu Santo estará con él desde antes de que nazca.


Cuando Elisabet oyó el saludo, el niño saltó de alegría dentro de ella. Elisabet, llena del Espíritu Santo,


Zacarías, el padre de Juan, quedó lleno del Espíritu Santo y pronunció este mensaje:


Porque en el momento preciso, el Espíritu Santo os dirá lo que debéis decir.


Yo os daré sabiduría para que contestéis con inteligencia, y ninguno de vuestros enemigos podrá contradeciros ni haceros frente.


Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del río Jordán, y el mismo Espíritu lo guio al desierto.


El Abogado defensor, es decir el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y hará que recordéis todo lo que yo os he dicho.


A continuación sopló sobre ellos y les dijo: —Recibid al Espíritu Santo.


Porque Juan bautizaba con agua, pero dentro de poco tiempo vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.


Pero quiero que sepáis que el Espíritu Santo vendrá sobre vosotros, y que recibiréis poder para hablar de mí en Jerusalén, en todo el territorio de Judea y de Samaría, y hasta en los lugares más lejanos del mundo.


Y es que los oían hablar y alabar a Dios en un lenguaje misterioso.


Pedro dijo entonces a los que presenciaron esto: —¿Podemos negar el bautismo a estas personas que, lo mismo que nosotros, han recibido el Espíritu Santo?


Yo empecé a hablarles, y de pronto el Espíritu Santo se derramó sobre todos ellos, así como nos ocurrió a nosotros al principio.


Los seguidores de Jesús que quedaron en Antioquía estaban muy alegres, y fueron llenos del Espíritu Santo.


Entonces Saulo, que también se llamaba Pablo y estaba lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al brujo y le dijo:


Y Dios, que conoce nuestros pensamientos, ha demostrado que también ama a los que no son judíos, pues les ha dado el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros.


Pablo puso sus manos sobre la cabeza de aquellos hombres, eran en total unas doce personas, y en ese momento, el Espíritu Santo vino sobre ellos. Entonces comenzaron a hablar en idiomas extraños y a transmitir mensajes de parte de Dios.


Tanto los que somos judíos de nacimiento como los que se han convertido a la religión judía, y también los que han venido de la isla de Creta o de la península de Arabia, todos les oímos en nuestro propio idioma cómo anuncian las maravillas de Dios. Estaban todos maravillados, y sin salir de su asombro se preguntaban: —Y esto ¿qué significa?


Luego vieron algo parecido a llamas de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de ellos.


Cuando terminaron de orar, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos quedaron llenos del Espíritu Santo. A partir de ese momento, todos proclamaban el mensaje de Dios sin ningún temor.


Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les respondió: —Jefes del pueblo y autoridades,


Por eso elegid con cuidado a siete hombres, para que se encarguen de ese trabajo. Tienen que ser personas muy respetadas y que estén llenas de sabiduría y del Espíritu Santo.


A todo el grupo le pareció buena la idea, y eligieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo. También eligieron a otros seis: Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás. Este Nicolás era de la ciudad de Antioquía, y antes se había convertido a la religión judía.


Esteban —uno de los siete servidores— gozaba del favor de Dios que le dio un poder especial para hacer milagros y señales maravillosas entre la gente.


Pero lleno del Espíritu Santo, Esteban miró al cielo y vio a Dios en todo su poder. En el lugar de honor, al lado derecho de Dios, estaba Jesús, de pie.


Entonces Pedro y Juan pusieron sus manos sobre la cabeza de cada uno, y todos recibieron el Espíritu Santo.


Ananías fue y entró en la casa donde estaba Saulo. Al llegar, le puso las manos sobre la cabeza y le dijo: —Hermano Saulo, el Señor Jesús se te apareció cuando venías hacia Damasco. Él mismo me mandó que viniera aquí, para que puedas ver de nuevo y para que recibas el Espíritu Santo.


Que Dios, fuente de esperanza, os llene de alegría. Que, por creer en él, os conceda la paz y que el poder del Espíritu Santo os llene de esperanza.


Algunos reciben el poder de hacer milagros, y otros reciben la autoridad de hablar de parte de Dios. Unos tienen la capacidad de reconocer al Espíritu de Dios, y de descubrir los espíritus falsos. Algunos pueden hablar en un lenguaje misterioso y otros son capaces de entender lo que se dice en ese mensaje.


Si no tengo amor, de nada me sirve hablar todas las lenguas del mundo y hasta el lenguaje de los ángeles. Si no tengo amor, soy como un trozo de metal que solo sirve para hacer ruido; ¡soy como una campana desafinada!


Solo el amor vive para siempre. Llegará el día en que ya nadie hablará de parte de Dios, ni hablará en lenguas extrañas, ni conocerá los planes secretos de Dios.


Yo le doy gracias a Dios por hablar en un lenguaje misterioso mejor que todos vosotros.


Me gustaría que todos hablarais en un lenguaje misterioso, pero más me gustaría que hablarais de parte de Dios. En realidad, es más importante hablar de parte de Dios que hablar en lenguas que otros no entienden, a menos que alguien pueda interpretar lo que se dice. Porque así se ayuda a los miembros de la Iglesia.


es el amor de Cristo, un amor que supera todo lo que podemos entender y que os llena plenamente de Dios.


No os emborrachéis, pues perderéis el control de vuestros actos. Permitid más bien que sea el Espíritu Santo el que os llene y os controle.


No os olvidéis de orar. Y siempre que oréis a Dios, dejad que os dirija el Espíritu Santo. Estad alerta y no os deis por vencidos. En vuestras oraciones, pedid siempre por todos los que forman parte del pueblo de Dios.


Pero Dios les hizo entender que lo que ellos anunciaban no era para provecho de ellos mismos, sino para el vuestro. Ese es el mensaje que han transmitido quienes os han comunicado la buena noticia. Y lo han hecho con el poder del Espíritu Santo enviado del cielo. Esto es algo que los mismos ángeles están deseando ver.


Ningún profeta habló por su propia cuenta; al contrario, todos ellos hablaron de parte de Dios y fueron guiados por el Espíritu Santo.


Por eso le dijo: —¿No te da vergüenza estar borracha? ¡A ver si se te pasa la borrachera!


Cuando Saúl y su criado llegaron a Guibeá, se encontraron con el grupo de profetas. Entonces el espíritu de Dios vino sobre Saúl, y Saúl comenzó a profetizar junto con ellos.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite