Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Hebreos 12:3 - Biblia Lenguaje Básico

3 Pensad en el ejemplo de Jesús. Mucha gente pecadora se enfrentó a él y le hizo sufrir, pero él siguió adelante. Por eso vosotros no debéis rendiros ni desanimaros,

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Piensen en toda la hostilidad que soportó por parte de pecadores, así no se cansarán ni se darán por vencidos.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Piensen en Jesús, que sufrió tantas contradicciones de parte de gente mala, y no les faltarán las fuerzas ni el ánimo.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Considerad pues al que soportó tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo° no se canse y desfallezca,

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Fijaos bien en él, que soportó tamaña oposición por parte de los pecadores, para que no os canséis ni perdáis ánimos.

Gade chapit la Kopi




Hebreos 12:3
46 Referans Kwoze  

Quien se rinde ante un problema no demuestra fuerza ni carácter.


Así dice el siervo de Dios: «Dios me ha enseñado a consolar a los que están afligidos y cansados. Me despierta todas las mañanas para que reciba sus enseñanzas como todo buen discípulo.


Luego vine yo, el Hijo del hombre, que como y bebo, y decís que soy un glotón y un borracho, que soy amigo de pecadores y gente de mala fama. Pero recordad que la sabiduría de Dios se prueba por sus resultados.


Pero algunos de los fariseos oyeron a la gente y pensaron: «Si este expulsa a los demonios, es porque Beelzebú, el jefe de los demonios, le da poder para hacerlo».


—¿Por qué tus discípulos no siguen las costumbres que nuestros antepasados han practicado desde hace mucho tiempo? ¿Por qué no se lavan las manos antes de comer?


Jesús entró en el Templo y comenzó a enseñar a la gente. Los sacerdotes principales y los líderes del país se acercaron a Jesús y le preguntaron: —¿Quién te dio autoridad para hacer todo esto?


Entonces quisieron apresar a Jesús, pero no se atrevieron a hacerlo porque tenían miedo de la gente, que pensaba que Jesús era un profeta.


Un día, los fariseos se reunieron y decidieron ponerle una trampa a Jesús, para hacerle decir algo de lo que acusarle.


Un sábado Jesús estaba cenando en casa de un jefe de los fariseos; todos los que estaban presentes lo vigilaban muy atentos.


Al ver esto, los fariseos y los maestros de la Ley comenzaron a criticar a Jesús, diciendo: —Este hombre es amigo de los pecadores, y hasta come con ellos.


A los fariseos les gustaba mucho el dinero. Por eso, cuando escucharon todo lo que Jesús decía, se burlaron de él.


Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: —Dios ha enviado a este niño para que muchos en Israel se salven y otros se condenen. Él será también una señal que muchos rechazarán,


Los maestros de la Ley y los fariseos pensaron: «¿Quién es este que dice tales barbaridades? ¡Solo Dios puede perdonar pecados!».


Muchos decían: —Ese hombre tiene un demonio dentro y está loco. ¿Por qué le hacéis caso?


Cuando Jesús dijo esto, uno de los guardias del Templo le dio una bofetada y le dijo: —¡Esa no es manera de contestarle al jefe de los sacerdotes!


Y como Jesús hacía muchos milagros como este en sábado, los judíos no dejaban de perseguirlo.


La gente hablaba mucho de él; unos decían: —Se trata de una persona buena. Otros, en cambio decían: —De bueno no tiene nada; engaña a la gente.


Los fariseos le dijeron: —Si das testimonio a favor de ti mismo, tu testimonio no tiene garantías de ser verdadero. ¿Cómo sabremos que dices la verdad?


Ellos le dijeron: —Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Nuestro antepasado Abrahán murió, y también murieron los profetas. Sin embargo, tú dices que el que acepte tu enseñanza vivirá para siempre.


Entonces aquellos judíos quisieron matar a Jesús a pedradas; pero él se ocultó entre la multitud y salió del Templo.


Algunos fariseos que estaban por allí le oyeron decir esto y le preguntaron: —¿Quieres decir que nosotros también somos ciegos?


Por eso, mis queridos hermanos, manteneos firmes, y nunca dejéis de trabajar más y más por ser buenos cristianos. Y sabed que nada de lo que hacéis para el Señor es inútil.


Dios es bueno y nos permite servirle. Por eso no nos desanimamos.


Por eso no nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo mortal se va desgastando, nuestro espíritu va cobrando más fuerza.


Así que no nos cansemos de hacer el bien porque, si no nos cansamos de hacerlo, Dios nos premiará a su debido tiempo.


«Escuchadme, israelitas, hoy vais a luchar contra vuestros enemigos, pero no tengáis miedo. ¡Apartad la cobardía, y sed valientes!


En cuanto a vosotros, hermanos, no os canséis de hacer el bien.


Pongamos, pues, toda nuestra atención en Jesús, que es quien fundamenta y perfecciona nuestra fe y quien soportó la vergüenza de morir clavado en una cruz porque sabía que, después de tanto sufrimiento, le esperaba una existencia feliz. Y, efectivamente, ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.


Además, parece que os habéis olvidado ya del consejo que Dios os da, como hijos suyos que sois: «Hijo mío, no tomes las enseñanzas de Dios como algo sin importancia. Ni te pongas triste cuando él te riña.


Hermanos, Dios os ha llamado para que seáis su pueblo elegido. Por eso, pensad seriamente quién es Jesús: ¡Él es nuestro apóstol y nuestro Jefe de Sacerdotes!


Cuando lo insultaban, jamás contestaba con insultos y jamás amenazó a quienes le hicieron sufrir; al contrario, se puso en manos de Dios que es quien juzga a todos con justicia.


Has sido paciente y has sufrido mucho por mi causa. Pero aun así no te has cansado de serme fiel.


Bien sabéis todo lo bueno que Dios ha hecho por vosotros. Por eso, obedecedlo y servidlo siempre de buena gana.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite