Esta es la lista de los hijos de Sem, que era el hermano mayor de Jafet: Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. Aram tuvo cuatro hijos: Jus, Jul, Guéter y Mas. Arfaxad tuvo un hijo, Sélaj, quien a su vez fue el padre de Éber. Por su parte Éber tuvo dos hijos: Péleg y Joctán. En los tiempos de Péleg la población de la tierra se dividió en muchas tribus y pueblos.
Entonces Dios dijo a Noé: —Entre toda la gente de este tiempo, he visto que tú eres el único hombre bueno. Por eso, entra en el arca con toda tu familia.
Noé tuvo fe en Dios y, por eso, cuando Dios le avisó que sucederían cosas que todavía no podían verse, hizo caso del aviso y construyó un arca para salvar a su familia. Por esa misma fe Noé hizo que fuera condenada la gente de este mundo y se convirtió en heredero de la salvación que se alcanza por la fe.
Eran los espíritus de los que desobedecieron a Dios en los tiempos de Noé. Dios esperó con paciencia a que se arrepintieran, mientras Noé construía la barca, pero no lo hicieron. Solo unos pocos, ocho en total, subieron a la barca y se salvaron navegando por el agua.
Dios tampoco perdonó a la gente malvada que vivía en tiempos de Noé, sino que les envió el diluvio y todos murieron. Pero sí salvó a Noé porque enseñaba a la gente a hacer el bien; y junto con Noé salvó a otras siete personas.
Si los padres o los hermanos de las jóvenes vienen a quejarse, les diremos: «Por favor, dejad que se lleven a las jóvenes. Hacen esto porque en la guerra contra Jabés no pudimos conseguir mujeres para todos. En realidad, vosotros habéis cumplido el juramento que hicisteis, pues no sois vosotros quienes se las habéis entregado».