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Génesis 6:2 - Biblia Lenguaje Básico

2 Cuando los hijos de Dios vieron que las mujeres de este mundo eran muy bellas, eligieron a las más hermosas y se casaron con ellas.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Los hijos de Dios vieron a las hermosas mujeres y tomaron como esposas a todas las que quisieron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 los hijos de Dios se dieron cuenta de que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron por esposas aquellas que les gustaron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 los hijos de Dios° vieron que las hijas del hombre eran hermosas,° y tomaron para sí mujeres de entre todas las que habían escogido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 vieron los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas y tomaron para sí por mujeres de entre todas ellas las que bien quisieron.

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Génesis 6:2
31 Referans Kwoze  

Cuando ya estaban cerca de Egipto, Abrán dijo a Saray: —¡No hay duda de que eres muy hermosa!


Quiero que me jures por el Dios del cielo y de la tierra, que no permitirás que mi hijo Isaac se case con ninguna mujer de Canaán,


Estas dos mujeres causaron muchos problemas a Isaac y a Rebeca.


Luego Rebeca fue a decirle a Isaac: —¡Estas mujeres hititas me están amargando la vida! Si Jacob se casa aquí, con una de estas hititas, ¡prefiero morirme!


La mujer se fijó en que el fruto del árbol era apetitoso, hermoso a la vista y útil para alcanzar sabiduría. Arrancó entonces uno de los frutos y comió. Luego le dio a su marido, que estaba allí con ella, y también él comió.


También Set tuvo un hijo y le puso por nombre Enós. A partir de entonces se comenzó a adorar a Dios llamándolo por su nombre.


Los hombres y las mujeres se fueron haciendo cada vez más numerosos sobre la tierra, y tuvieron hijas.


Pero Dios dijo: —No permitiré que los seres humanos vivan para siempre. ¡No vivirán más de ciento veinte años!


Una tarde, después de la siesta, paseaba David por la terraza de su palacio. De pronto, vio que una mujer muy hermosa se estaba bañando.


También nos dijiste que no debíamos permitir que nuestras hijas se casaran con hombres de esos pueblos, ni que las hijas de ellos se casaran con nuestros hijos; y que tampoco debíamos ayudar a esa gente a tener paz y bienestar. De esa manera seríamos fuertes, disfrutaríamos de todo lo bueno de este territorio y después se lo dejaríamos a nuestros hijos y nietos como herencia para siempre.


Un día en que los ángeles se presentaron ante Dios, llegó también el ángel acusador.


Yo siempre me propuse no mirar con malos deseos a ninguna mujer joven.


No toméis a sus hijas como esposas para vuestros hijos no sea que ellas, al adorar a sus falsos dioses, hagan que vuestros hijos adoren también a esos mismos falsos dioses.


¡Tú eres nuestro padre! Aunque Abrahán no nos reconozca, ni Jacob se acuerde de nosotros, tú eres nuestro Dios y nuestro padre; ¡siempre has sido nuestro salvador!


¡Todos en Judá y en Israel han sido infieles a Dios! ¡Todos han cometido actos vergonzosos en Jerusalén, en el Templo mismo que Dios tanto ama! Los hombres de Judá se casan con mujeres que adoran a otros dioses,


Nuestro Dios nos creó para que fuéramos un solo ser, un cuerpo animado por el espíritu. Nos creó así para que fuéramos un pueblo consagrado a él. Nuestro Dios odia a quienes son violentos y dejan de amar a la esposa de su juventud. Por lo tanto, tened cuidado y no seáis infieles a vuestra esposa.


La casada está unida a su marido mientras el marido vive. Pero si el marido muere, ella queda en libertad de casarse con cualquier hombre, con tal que lo haga con un creyente.


Yo seré para vosotros como un padre y vosotros seréis para mí como mis hijos y mis hijas. Esto lo afirmo yo, el Dios todopoderoso.


Cuando estéis de luto por la muerte de alguna persona, no os hagáis heridas en el cuerpo ni os afeitéis la cabeza. Vosotros sois hijos de Dios,


Esos hombres no pueden ver a una mujer sin desear tener relaciones sexuales con ella; ¡nunca se cansan de pecar! Engañan a los que están poco formados y están llenos de codicia. ¡Son gente maldita!


Las cosas que ofrece la gente del mundo no vienen de Dios, sino del mal que hay en el mundo. Y estas son las cosas que el mundo nos ofrece: los malos deseos, la ambición de tener todo lo que vemos y el orgullo de poseer muchas riquezas.


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