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Génesis 46:34 - Biblia Lenguaje Básico

34 responded que, lo mismo que vuestros antepasados, siempre habéis sido pastores. Así os dejará quedaros en la región de Gosen, a pesar de que los egipcios aborrecen el oficio de pastor de ovejas.

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Biblia Reina Valera 1960

34 entonces diréis: Hombres de ganadería han sido tus siervos desde nuestra juventud hasta ahora, nosotros y nuestros padres; a fin de que moréis en la tierra de Gosén, porque para los egipcios es abominación todo pastor de ovejas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 ustedes deben decirle: “Nosotros, sus siervos, hemos criado ganado toda nuestra vida, igual que nuestros antepasados”. Cuando le digan eso, él los dejará vivir aquí en la región de Gosén, porque los egipcios desprecian a los pastores».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 ustedes contestarán: 'Tus servidores hemos sido pastores desde nuestra niñez hasta el día de hoy, como lo fueron también nuestros padres. Así se podrán quedar ustedes en esta tierra de Gosén, ya que los egipcios aborrecen a todos los pastores de ovejas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 vosotros responderéis: Tus siervos son pastores desde su juventud hasta ahora, lo mismo nosotros que nuestros padres. Así podréis vivir en la tierra de Gosén, porque todo pastor de ovejas es abominación para los egipcios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 le diréis: 'Tus servidores han sido ganaderos desde la infancia hasta ahora, nosotros y nuestros padres'. Así podréis habitar en la tierra de Gosen'. Porque los egipcios aborrecen a los pastores de ovejas.

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Génesis 46:34
17 Referans Kwoze  

Esto hizo que surgieran discusiones entre los pastores de Abrán y los pastores de Lot; además, los cananeos y los fereceos también habitaban allí.


Así que Abrán dijo a Lot: —Tú y yo no debemos pelearnos, ni tampoco mis pastores y tus pastores, porque somos parientes.


Pero los pastores de Guerar se pelearon con los pastores de Isaac, pues decían que esa agua les pertenecía. Por eso Isaac llamó a ese pozo «Pelea» pues habían peleado por él.


Pero ese mismo día apartó los carneros de piel manchada, las cabras moteadas y manchadas, y los corderos de color oscuro, poniéndolos al cuidado de sus hijos.


Jacob supo que Dina había sido violada, pero como sus hijos estaban cuidando el ganado, prefirió esperar a que regresaran.


Los hermanos de José habían llevado las ovejas de su padre a los pastos de Siquén.


A José y a los egipcios que comían con él les sirvieron de comer aparte y también sirvieron aparte a los hermanos de José, porque los egipcios no comen con los hebreos, ya que eso lo consideran algo repugnante.


Decidle que va a vivir en la región de Gosen, junto con sus hijos, nietos, ovejas, vacas y todo lo que tiene. Así estará cerca de mí.


luego traed aquí a vuestro padre y a toda su familia. Yo voy a darles las mejores tierras de Egipto, de modo que disfruten de lo mejor del país.


Le diré que vosotros sois pastores, y que os habéis traído vuestras ovejas y vacas, y todo lo que tenéis.


José cumplió con las órdenes del faraón, y les entregó a su padre y a sus hermanos terrenos en la mejor región de Egipto. Ellos se establecieron en el territorio que más tarde se conoció como la región de Ramsés.


Entonces el faraón les preguntó: —¿Y vosotros a qué os dedicáis? Ellos respondieron: —Nosotros, majestad, somos pastores, como lo fueron nuestros antepasados.


Hemos venido a quedarnos aquí por algún tiempo, porque falta comida en Canaán y ya no tenemos pastos para nuestros ganados. Te rogamos, majestad, que nos dejes vivir en Gosen.


puedes elegir el lugar que quieras para que vivan en este país. Dales los mejores terrenos y llévalos a vivir en la región de Gosen. Y si algunos de ellos tienen una habilidad especial, ponlos a cuidar mi propio ganado.


Moisés le contestó: —No podemos hacer eso. A los egipcios no les gustará vernos adorar a nuestro Dios y ofrecerle en sacrificio algo que ellos consideran odioso. Si nos ven haciéndolo, lo más seguro es que nos maten a pedradas.


Moisés salió del palacio y suplicó a Dios que alejara las moscas del faraón, de sus consejeros y de su pueblo. Dios atendió la petición de Moisés y no quedó en Egipto una sola mosca.


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