Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Génesis 46:3 - Biblia Lenguaje Básico

3-4 Entonces Dios le dijo: —Yo soy el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque yo voy a ir contigo. Te convertiré en una gran nación y te haré volver de nuevo a Canaán. Además, cuando mueras, José estará a tu lado.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque allí yo haré de ti una gran nación.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 —Yo soy Dios, el Dios de tu padre —dijo la voz—. No tengas temor de descender a Egipto, porque allí haré de tu familia una gran nación.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Aquí estoy, contestó él. Y Dios prosiguió: 'Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en una gran nación.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Entonces le dijo: Yo soy ’Elohim, el Dios de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en una gran nación.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Le dijo: 'Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, porque allí haré yo de ti un gran pueblo.

Gade chapit la Kopi




Génesis 46:3
24 Referans Kwoze  

Con tus descendientes formaré una gran nación. Voy a bendecirte y hacerte famoso, y servirás de bendición para otros.


Después de esto, Dios se le apareció a Abrán en una visión y le dijo: —Abrán, no tengas miedo. Yo soy quien te protege. Voy a premiarte generosamente.


pero Dios le dijo: —Quiero que sepas que tus descendientes irán a vivir a un país extranjero. Allí los harán trabajar como esclavos y los maltratarán durante cuatrocientos años.


Cuando Abrán tenía noventa y nueve años, Dios se le apareció y le dijo: —Yo soy el Dios todopoderoso. Obedéceme siempre y pórtate con honradez.


porque sus descendientes formarán una nación grande y poderosa. Por medio de ellos todas las naciones de la tierra van a ser bendecidas.


Allí también Dios le dijo: —Yo soy el Dios todopoderoso. Haré que tengas muchos descendientes, de los que saldrán reyes y muchas naciones.


Los israelitas se establecieron en la región egipcia de Gosen. Allí compraron terrenos, prosperaron y llegaron a tener muchos hijos.


También ha enviado a su ángel para librarme de muchos peligros. Yo le pido que bendiga a estos dos muchachos. Que por medio de ellos sea recordado mi nombre, el de mi abuelo Abrahán y el de mi padre Isaac. Que su descendencia se multiplique sobre la tierra.


Pero Jacob no le hizo caso y le contestó: —Ya lo sé, hijo mío; ya lo sé. También Manasés llegará a ser un gran pueblo. Sin embargo, su hermano menor será más importante que él, y sus descendientes llegarán a formar una multitud de naciones.


Pero cuanto más maltrataban los egipcios a los israelitas, más crecían estos en número. Tanto era el miedo que los egipcios sentían frente a los israelitas,


Moisés les respondió: —¡Tranquilos, no tengáis miedo! No os preocupéis, pues vais a ver cómo vuestro Dios os va a salvar. A esos egipcios que hoy estáis viendo, no volveréis a verlos nunca más, porque Dios luchará por vosotros sin que tengáis que hacer nada.


Por tanto, no tengáis miedo, pues yo soy vuestro Dios y estoy a vuestro lado. Mi mano victoriosa os dará fuerza y ayuda; mi mano victoriosa siempre os dará su apoyo.


Godolías hizo a todos ellos la siguiente promesa: —No tengáis miedo de los babilonios. Quedaos a vivir en el país, someteos al rey de Babilonia y yo os prometo que os irá bien.


El ángel me dijo: «Pablo, no tengas miedo, porque tienes que presentarte delante del emperador de Roma. Gracias a ti, Dios no dejará que muera ninguno de los que están en el barco».


Entre tanto, mientras iba aproximándose el tiempo en que Dios debía cumplir la promesa que le había hecho a Abrahán, el número de israelitas iba creciendo más y más.


Recordad que vuestros antepasados eran tan solo un grupo de setenta personas cuando llegaron a Egipto. Ahora Dios os ha convertido en un pueblo tan numeroso que es imposible contaros.


Entonces, el que presenta la cesta dirá: «Mis antepasados pertenecieron a un grupo de arameos que no tenían ningún lugar fijo para vivir. Se fueron a vivir a Egipto y allí llegaron a ser un pueblo muy grande y poderoso.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite