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Génesis 37:4 - Biblia Lenguaje Básico

4 Pero sus hermanos lo odiaban y le hablaban mal, pues veían que su padre lo quería más que a ellos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Pero sus hermanos lo odiaban porque su padre lo amaba más que a ellos. No dirigían ni una sola palabra amable hacia José.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Sus hermanos, viendo que su padre le prefería a sus otros hijos, comenzaron a odiarlo hasta tal punto que no podían conversar con él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Sus hermanos, al ver que su padre lo prefería entre todos ellos,° lo aborrecían y no le podían hablar pacíficamente.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos ellos, le tenían rencor y no le dirigían la palabra.

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Génesis 37:4
19 Referans Kwoze  

Desde entonces Esaú no dejó de odiar a Jacob, su hermano, por haberle quitado la bendición de su padre, y tenía planes de matarlo tan pronto como su padre muriera.


Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre trataba de entender el significado de sus sueños.


Un día José tuvo un sueño. Cuando se lo contó a sus hermanos, lo odiaron aún más;


pero no con el mismo agrado la ofrenda de Caín. Esto molestó mucho a Caín, y su cara reflejaba lo enfadado que estaba.


Los arqueros provocan tu ira, te atacan y te lanzan flechas;


Debo reconocer mi maldad; me llena de angustia haber pecado.


Estoy cansado de pedir ayuda; tengo reseca la garganta. Ya los ojos se me cierran, esperando que me ayudes.


Todos te han traicionado, hasta tu propia familia te maldice y a tus espaldas hablan mal de ti. Tal vez te hablen con dulzura, pero no debes confiar en ellos.


Si los miembros de una familia se pelean unos con otros, la familia también acabará por destruirse.


Antes, nosotros mismos éramos ignorantes y rebeldes y andábamos perdidos, siendo esclavos de toda clase de pasiones y placeres. Éramos malvados y envidiosos y todo el mundo nos odiaba; incluso nosotros mismos nos odiábamos unos a otros.


Pero el que odia a su hermano, vive en la oscuridad y no sabe a dónde va, porque la oscuridad lo ha dejado ciego.


Podemos saber quién es hijo de Dios y quién es hijo del diablo: quien no se porta rectamente y no ama a sus hermanos no es hijo de Dios.


No debemos ser como Caín, que era como un hijo del diablo y por eso mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque lo que Caín hacía era malo, y lo que hacía su hermano era bueno.


Si decimos que amamos a Dios y al mismo tiempo odiamos a nuestros hermanos, somos unos mentirosos. Porque si no amamos al hermano, a quien podemos ver, ¿cómo podremos amar a Dios a quien no vemos?


Cuando Eliab, que era el hermano mayor de David, escuchó la conversación de David con los soldados, se enfadó muchísimo y dijo a David: —¿A qué has venido? ¿Con quién has dejado tu pequeño rebaño en el desierto? Conozco de sobra tu atrevimiento y tu malicia. Solo has venido a ver la batalla.


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