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Génesis 32:9 - Biblia Lenguaje Básico

9 Luego Jacob hizo esta oración: —Dios mío, tú eres el Dios de mi abuelo Abrahán y de mi padre Isaac. Tú me ordenaste regresar a mi tierra, con mis parientes, y me prometiste tu ayuda.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Entonces Jacob oró: «Oh Dios de mi abuelo Abraham y Dios de mi padre Isaac; oh Señor, tú me dijiste: “Regresa a tu tierra y a tus parientes”. Y me prometiste: “Te trataré con bondad”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 pues pensaba: 'Si Esaú ataca a un campamento, el otro podrá salvarse.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y dijo Jacob: ¡Oh Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac! ¡Oh YHVH!, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela y Yo te haré bien.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 pensando: 'Si Esaú se acerca contra uno de los campamentos y lo ataca, podrá salvarse el otro'.

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Génesis 32:9
20 Referans Kwoze  

Este pacto que hago contigo, lo hago también con tus descendientes, y no tendrá fin. Yo soy tu Dios y también seré el Dios de tus descendientes.


Y vio también que Dios estaba de pie en la parte más alta de la escalera, y le decía: —Yo soy el Dios de Abrahán y de Isaac. A ti y a tus descendientes les daré la tierra donde ahora estás acostado.


Yo estaré contigo y no te abandonaré hasta cumplir lo que te he prometido. Te cuidaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra.


Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, donde derramaste aceite sobre una piedra y me hiciste una promesa. Márchate de aquí, sal de este país y regresa a Canaán, que es donde tú naciste».


Ganas y poder no me faltan de haceros daño, pero anoche el Dios de tu padre me ordenó que no te reprochara nada.


Entonces Dios le dijo: —Vuelve a la tierra de tus padres, donde vive tu familia. Yo te ayudaré en todo.


Menos mal que el Dios de mi abuelo Abrahán y el de mi padre Isaac me ayudó! Me vio cansado y afligido, y anoche salió en mi defensa delante de ti. Si no lo hubiera hecho, tú me habrías despedido sin nada.


Pongo ante nosotros, como juez, al Dios de Abrahán y Najor. Así lo juró Jacob en el nombre del Dios que su padre Isaac adoraba;


pues pensó: «Si Esaú llega y ataca a uno de los grupos, al menos el otro grupo podrá escapar».


Que el Dios de tu padre, el Dios que todo lo puede, te dé su ayuda y te bendiga. Te bendiga con bendiciones del cielo, con bendiciones del mar profundo, con bendiciones a las madres que tienen hijos y los alimentan.


Dios nuestro, ¡castígalos tú! Nosotros no podemos hacer frente a un ejército tan grande. ¡Ni siquiera sabemos qué hacer! Por eso nos dirigimos a ti en busca de ayuda.


y oró así: —Dios de nuestros antepasados, ¡tú estás en los cielos, y dominas a todas las naciones de la tierra! ¡La fuerza y el poder te pertenecen! ¡Nadie puede vencerte!


Ante esta situación, el rey Ezequías y el profeta Isaías hijo de Amós, clamaron a Dios y le pidieron ayuda.


¡Llámame cuando tengas problemas! Yo vendré a liberarte, y tú proclamarás mi grandeza».


Cuando me llame, le responderé y estaré con él en su angustia; lo libraré y lo llenaré de honores,


Yo soy el Dios de tus antepasados; yo soy el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob. Al oír esto, Moisés no se atrevió a mirar a Dios y se tapó la cara.


Después de entregarle a Baruc la escritura de compra, dirigí a Dios esta oración:


En cuanto a David, estaba muy preocupado, pues entre su gente se hablaba incluso de apedrearlo, ya que le echaban la culpa de que los amalecitas se hubieran llevado a sus mujeres y a sus hijos. Sin embargo, David confiaba en que Dios podía ayudarlo, así que se animó


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