Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Génesis 32:26 - Biblia Lenguaje Básico

26 Entonces el desconocido le dijo: —¡Suéltame que ya ha salido el sol! Pero Jacob le respondió: —No te soltaré hasta que me bendigas.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Luego el hombre le dijo: —¡Déjame ir, pues ya amanece! —No te dejaré ir a menos que me bendigas —le dijo Jacob.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Este, viendo que no lo podía vencer, tocó a Jacob en la ingle, y se dislocó la cadera de Jacob mientras luchaba con él.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

26 Entonces dijo:° Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 pero viendo que no podía dominarle, le tocó en la articulación del muslo. Entonces la articulación del muslo de Jacob se dislocó mientras luchaba contra él.

Gade chapit la Kopi




Génesis 32:26
19 Referans Kwoze  

Cuando el desconocido se dio cuenta de que no podía vencer a Jacob, lo golpeó en la cadera y se la dislocó.


El desconocido le preguntó: —¿Cómo te llamas? Cuando Jacob le hizo saber su nombre,


Instrucciones para el director musical: este salmo deberá cantarse acompañado de instrumentos de cuerda.


¡Estoy tan indignado que voy a destruirlos a todos! ¡No trates de detenerme! Tú, en cambio, darás origen a una gran nación.


Apenas los había dejado, encontré al amor de mi vida. Lo abracé y no lo solté; lo llevé a mi casa, y le hice entrar en la habitación donde nací.


tu cuello me recuerda a una torre de marfil. Tienen tus ojos el brillo de los manantiales de Jesbón junto a la puerta mayor. Afilada es tu nariz, como la torre del Líbano orientada hacia Damasco.


Por eso, yo, el Dios Santo que formó al pueblo de Israel, os digo: «No podéis pedirme cuentas sobre el comportamiento con mi pueblo ni enseñarme lo que debo hacer.


No hay nadie que te adore ni haga nada para apoyarse en ti. Somos unos malvados; por eso te has escondido y nos has abandonado.


Desde antes de nacer Jacob, vuestro antepasado, engañó a su hermano; y cuando se hizo un hombre, Dios se le apareció en Betel. Allí Jacob luchó con un ángel y consiguió vencerlo. Luego, con lágrimas en los ojos, suplicó el favor de Dios.


En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, que nos amó, nos dará la victoria total.


Por eso, mis queridos hermanos, manteneos firmes, y nunca dejéis de trabajar más y más por ser buenos cristianos. Y sabed que nada de lo que hacéis para el Señor es inútil.


¡Déjame destruirlo, para que nadie vuelva a recordarlo! En cuanto a ti, te haré jefe de un pueblo mucho más fuerte y numeroso».


Cuando Cristo estuvo aquí en el mundo, oró mucho a Dios, y con lágrimas le rogó que lo librara de la muerte, pues Dios tenía poder para hacerlo. Y como Cristo siempre fue obediente, Dios escuchó su oración.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite