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Génesis 3:5 - Biblia Lenguaje Básico

5 Bien sabe Dios que, cuando comáis del fruto de ese árbol, seréis iguales a él y podréis conocer el bien y el mal.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Dios sabe que, en cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Es que Dios sabe muy bien que el día en que coman de él, se les abrirán a ustedes los ojos; entonces ustedes serán como dioses y conocerán lo que es bueno y lo que no lo es.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 sino que sabe ’Elohim que el día que comáis de él, se os abrirán los ojos y seréis semejantes a ’Elohim,° conocedores del bien y del mal.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Al contrario, Dios sabe que el día que comáis de él se os abrirán los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal'.

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Génesis 3:5
31 Referans Kwoze  

pero no del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de ese árbol, te aseguro que morirás.


Luego Dios hizo que creciera allí toda clase de árboles; eran hermosos y daban fruta muy sabrosa. En medio de ese jardín estaba el árbol de la vida, y también el árbol del conocimiento del bien y del mal.


Y el hombre le contestó: —Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, pues estoy desnudo. Por eso corrí a esconderme.


y dijo: «Ahora el hombre y la mujer son como uno de nosotros, pues conocen el bien y el mal. Para vivir para siempre solo les falta comer el fruto del árbol de la vida».


En ese mismo instante se dieron cuenta de lo que habían hecho y de que estaban desnudos. Entonces tomaron unas hojas de higuera y las cosieron para cubrirse con ellas.


Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, que eran alrededor de cuatrocientos, y les preguntó: —¿Debo atacar a Ramot de Galaad para recuperarla? Los profetas le contestaron: —Atácala. Porque Dios te la va a entregar.


Tú acabarás con esa gente mentirosa y arrogante,


No uses mal el nombre de Dios, si lo haces, Dios te castigará.


Pero el faraón contestó: —¿Y quién es ese Dios? ¿Por qué tendría yo que obedecerlo? ¡No conozco a ningún Dios de los israelitas, ni tampoco voy a dejar que os vayáis!


Subiré más allá de las nubes, y seré como el Dios altísimo".


Habéis actuado en contra de mi voluntad. Con vuestras mentiras habéis afligido a la gente buena; en cambio, habéis animado a la gente mala para que siga portándose mal y no se libre de mi castigo.


—Ezequiel, hombre mortal, entona un canto fúnebre por el rey de Tiro. Dile de mi parte lo siguiente: Tú, rey de Tiro, eras perfecto en todo; tu sabiduría y tu belleza no tenían comparación.


—Tú, Ezequiel, hombre mortal, dile de mi parte al rey de Tiro: Eres demasiado orgulloso. Hasta crees que eres un dios porque reinas en medio del mar. Pues no te creas tan sabio, porque no eres un dios, sino solamente un hombre que has querido igualar la sabiduría de los dioses.


¿Seguirás creyéndote dios ante quienes van a matarte? Entonces te darás cuenta de que no eres Dios, sino solo un hombre.


Estas palabras se cumplieron inmediatamente, y el rey dejó de vivir entre la gente. Comía hierba, como los toros; su cuerpo quedó empapado con el rocío del cielo; sus cabellos le crecieron hasta parecer plumas de águila; y sus uñas eran igual que las garras de las aves rapaces.


Entonces los gobernadores y sus jefes fueron a ver al rey Darío y le dijeron: —¡Larga vida al rey!


pero si están enfermos, todo nos resultará oscuro. Por tanto, si lo que tenía que ser luminoso, resulta que es oscuro, viviremos en completa oscuridad.


Quiero que les hagas ver que deben pasar de las tinieblas a la luz, y también que deben renunciar a Satanás y convertirse a Dios, para que crean en mí y así reciban el perdón de los pecados y la herencia que corresponde a los que forman parte de mi pueblo».


Pero tengo miedo de que os pase lo mismo que a Eva, que fue engañada por la astuta serpiente. También vosotros podéis ser engañados y dejar de pensar con sinceridad y pureza acerca de Cristo.


La buena noticia nos habla de la grandeza de Cristo, y Cristo a su vez nos muestra la grandeza de Dios. Ese mensaje brilla como la luz; pero los que no creen no pueden verla, porque Satanás no les deja.


Ese hombre está en contra de Dios y de todo lo que está dedicado a Dios. Hasta pondrá su trono en el Templo de Dios, y afirmará que él mismo es Dios.


Este monstruo engañó a la gente por medio de los milagros que hizo con el poder que el primer monstruo le había dado. Luego les obligó a hacer una estatua del primer monstruo, el cual había sido herido con una espada, pero se había recuperado de la herida.


Todos adoraron al dragón, porque le había dado su autoridad al monstruo, y también adoraron al monstruo, diciendo: —No hay nadie tan fuerte como este monstruo. Nadie puede luchar contra él.


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