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Génesis 21:20 - Biblia Lenguaje Básico

20-21 Cuando el niño creció, se quedó a vivir en el desierto de Parán, y su madre lo casó con una mujer egipcia. Estando en el desierto aprendió a manejar bien el arco y las flechas y Dios le brindó siempre su ayuda.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

20 Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 El muchacho creció en el desierto, y Dios estaba con él. Llegó a ser un hábil arquero,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Dios asistió al niño, que creció y vivió en el desierto, llegando a ser un experto tirador de arco.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Y estuvo ’Elohim con el muchacho, el cual creció y habitó en el desierto y fue tirador de arco.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Y Dios protegió al chico, que creció, habitó en el desierto y llegó a ser tirador de arco.

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Génesis 21:20
13 Referans Kwoze  

Además Dios le permitió ser un gran cazador. De allí procede el dicho: «Eres tan buen cazador como Nemrod, a quien Dios le permitió ser un gran cazador».


Ismael será tan fiero como un caballo salvaje. Tendrá que luchar contra todos y todos lucharán contra él, viviendo enfrentado con todos sus hermanos.


En cuanto lo que has pedido para Ismael, yo lo bendeciré con una descendencia innumerable. De sus descendientes saldrán doce príncipes y haré de él una gran nación.


Esaú llegó a ser un buen cazador y le encantaba estar en el campo. Isaac tenía preferencia por Esaú, pues le gustaba comer de su caza. Jacob, en cambio, era muy tranquilo y prefería quedarse en casa; por eso Rebeca le tenía más aprecio que a Esaú.


Así que toma tu arco y tus flechas, y ve al campo a ver si puedes cazar algo para mí.


Yo estaré contigo y no te abandonaré hasta cumplir lo que te he prometido. Te cuidaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra.


Dios siguió ayudando a José y dándole muestras de su amor, pues hizo que el carcelero lo tratara bien.


El niño Juan crecía en estatura y se hacía fuerte espiritualmente. Vivió en el desierto hasta el día en que Dios le mandó proclamar su mensaje al pueblo de Israel.


El niño Jesús crecía en estatura y se iba fortaleciendo. Estaba lleno de sabiduría, y Dios estaba muy contento con él.


El ángel de Dios se le apareció a Gedeón y le dijo: —Dios está contigo, guerrero fuerte y valeroso.


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