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Génesis 19:24 - Biblia Lenguaje Básico

24 En ese momento Dios hizo caer del cielo una lluvia de azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

24 Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Enseguida el Señor hizo llover de los cielos fuego y azufre ardiente sobre Sodoma y Gomorra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Entonces Yavé hizo llover del cielo sobre Sodoma y Gomorra azufre ardiendo que venía de Yavé,

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Entonces YHVH hizo llover desde los cielos sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego de parte de YHVH,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Entonces Yahveh hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego de Yahveh, desde el cielo,

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Génesis 19:24
29 Referans Kwoze  

Lot miró a su alrededor y vio que en el valle del río Jordán nunca faltaba agua. Y es que antes de que Dios destruyera las ciudades de Sodoma y Gomorra, todo ese valle hasta Soar era tan hermoso como el jardín de Edén y tan fértil como la tierra de Egipto.


Abrán se quedó a vivir en la tierra de Canaán, mientras que Lot se fue a vivir en las ciudades del valle plantando sus tiendas cerca de Sodoma.


Pero Dios pensó: «No puedo ocultarle a Abrahán lo que voy a hacer,


Lot llegó a Soar cuando el sol comenzaba a salir.


Todavía estaba hablando ese hombre cuando otro mensajero llegó y le dijo a Job: —¡Un rayo acaba de matar a las ovejas y a los pastores! ¡Solo yo pude escapar para darte la noticia!


esparcen azufre por su casa y acaban prendiéndola fuego.


Sobre ellos dejará caer una lluvia de brasas de fuego y de azufre encendido. ¡Un viento abrasador los consumirá!


Con la vara en la mano, Moisés levantó el brazo al cielo. Al instante, Dios dejó caer sobre Egipto una gran tormenta con truenos, rayos y granizo.


Si yo, el Dios todopoderoso, no hubiera salvado a unos pocos, ahora estaríais igual que Sodoma y Gomorra.


Ahora escúchame bien, Babilonia: tú eres una ciudad bella y poderosa, ¡eres el orgullo del pueblo caldeo! Pero yo soy el Dios todopoderoso, y te voy a destruir como destruí las ciudades de Sodoma y Gomorra.


Desde hace mucho tiempo Dios tiene preparado un lugar de castigo para Asiria y para su rey. Es un lugar ancho y profundo donde hay madera en abundancia. Cuando Dios sople sobre ella, se encenderá la leña y arderá como un torrente de azufre.


¡Ojalá ese hombre termine como las ciudades que Dios destruyó sin compasión! ¡Ojalá se vuelva loco de remate!


Pero los profetas de Jerusalén son aún peores que ellos; no solo me son infieles, sino que viven en la mentira y ayudan a los malvados. No hay uno solo de ellos que quiera cambiar su conducta. ¡Son peores que la gente de Sodoma y de Gomorra!


Quedarás como Sodoma y Gomorra y las ciudades de alrededor. ¡Nadie volverá a vivir en ti!


Cayó Jerusalén, pues ha pecado más de lo que pecó Sodoma. ¡De pronto se vino abajo sin intervención humana!


Israelitas, yo no puedo abandonaros. No sería capaz de hacerlo. No podría destruiros, como destruí a la gente malvada de Adamá y Seboín. ¡Mi gran amor por vosotros no me lo permite!


A muchos de vosotros os destruí como destruí a las ciudades de Sodoma y de Gomorra. ¡Parecíais brasas recién sacadas del fuego! Pero a pesar de eso, no os arrepentisteis. Yo soy el Dios de Israel y cumpliré mi palabra.


Os aseguro que, en el día del juicio, Dios castigará más duramente a la gente de ese pueblo que a la de Sodoma.


En vez de lluvia, Dios enviará polvo y arena hasta destruirlo todo.


Cuando miren vuestras tierras, no verán más que azufre, sal y tierra quemada. Nada podrá plantarse ni cultivarse, pues la tierra no producirá nada, ni siquiera hierba. Será como cuando Dios, lleno de furor, destruyó las ciudades de Sodoma, Gomorra, Adamá y Seboín.


Todo el mundo preguntará: «¿Por qué Dios castigó así a este país? ¿Qué hizo que se indignara tanto?».


Además, Dios castigó a los que vivían en las ciudades de Sodoma y Gomorra: el fuego los abrasó hasta dejarlos reducidos a cenizas; de este modo servirían de ejemplo de lo que les pasaría a los malvados que vendrían después.


Algo parecido les sucedió también a los que vivían en Sodoma y Gomorra y en las ciudades cercanas. Los que vivían allí pecaron y practicaron todo tipo de relaciones sexuales prohibidas. Por eso Dios los castigó y los arrojó al fuego que nunca se apaga; allí sufrirán un castigo que deberá servir de advertencia para los demás.


Dios se llenará de ira y lo castigará duramente. No será un castigo suave, sino que lo hará sufrir con fuego y azufre ardiente en presencia de los santos ángeles y del Cordero.


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