Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Génesis 17:7 - Biblia Lenguaje Básico

7 Este pacto que hago contigo, lo hago también con tus descendientes, y no tendrá fin. Yo soy tu Dios y también seré el Dios de tus descendientes.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

7 Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 »Yo confirmaré mi pacto contigo y con tus descendientes después de ti, de generación en generación. Este es el pacto eterno: yo siempre seré tu Dios y el Dios de todos tus descendientes,

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Pacto mi alianza contigo y con tu descendencia después de ti: ésta es una alianza eterna. Yo seré tu Dios y, después de ti, de tu descendencia.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Yo establezco mi pacto entre Yo y tú, y tu descendencia después de ti en sus generaciones como alianza eterna,° para ser el Dios tuyo y el de tu descendencia después de ti.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Estableceré mi alianza contigo, y con tu posteridad después de ti, de generación en generación: una alianza perpetua, para ser yo tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.

Gade chapit la Kopi




Génesis 17:7
40 Referans Kwoze  

Ese día, Dios hizo un pacto con Abrán, y le dijo: —Yo les daré a tus descendientes la tierra que va desde el río de Egipto hasta el gran río Éufrates.


Todos los niños sin excepción deberán ser circuncidados y así el pacto que hago con vosotros quedará marcado en vuestro cuerpo para siempre.


Pero Dios le respondió: —Aunque no lo creas, será Sara la que te dé un hijo, y tú le pondrás por nombre Isaac. Mi pacto con él y con sus descendientes durará para siempre.


Esa misma noche Dios se le apareció y le dijo: —Yo soy el Dios de tu padre Abrahán, y por él te voy a bendecir y aumentaré el número de tus descendientes. No tengas miedo, pues yo estoy contigo, te ayudaré en todo.


Y vio también que Dios estaba de pie en la parte más alta de la escalera, y le decía: —Yo soy el Dios de Abrahán y de Isaac. A ti y a tus descendientes les daré la tierra donde ahora estás acostado.


Sin embargo, voy a hacer un trato contigo. Tú, tus hijos, tu mujer y tus nueras entraréis en el arca,


Así hemos llegado a ser tu pueblo, y tú, nuestro Dios; y esto será así por siempre.


Somos la raza de Israel, su siervo, los descendientes de Jacob, su elegido.


Pertenecemos a nuestro Dios; su palabra llena la tierra.


No tengas dioses extranjeros ni los adores.


Yo soy el Dios de tus antepasados; yo soy el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob. Al oír esto, Moisés no se atrevió a mirar a Dios y se tapó la cara.


Yo me comprometí a darles el país de Canaán, donde antes vivieron como inmigrantes.


En adelante vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios. Así sabréis que yo soy el Señor, vuestro Dios, el que os libró de ser esclavos de los egipcios.


«Porque yo —dice Dios— amo la justicia y odio el robo y el crimen. Por eso os daré una gran recompensa y haré con vosotros un pacto que durará para siempre.


El día que vuelvan de Babilonia —soy yo, vuestro Dios quien lo asegura— seré el Dios de todos los israelitas y ellos serán mi pueblo.


Allí podrán vivir seguros. Volverán a construir casas y a plantar viñedos. Ahora sus vecinos los desprecian, pero yo les daré el castigo que se merecen. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel, su Dios.


Yo soy el Dios que os saqué de Egipto para ser vuestro Dios. Así pues, debéis ser santos porque yo soy santo.


Yo soy vuestro Dios, el que os sacó de Egipto para daros la tierra de Canaán.


Caminaré con vosotros, yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo.


Sin embargo, aunque estéis en un país enemigo, yo no os destruiré por completo. Mi ira no llega a tanto. Yo soy vuestro Dios y mantendré el pacto que hice con vuestros antepasados, cuando os saqué de Egipto para ser vuestro Dios a la vista de todas las naciones. Porque yo soy el Dios de Israel.


Yo cumpliré las promesas que os hice. Haré que os multipliquéis y mantendré mi pacto con vosotros.


Déjanos disfrutar de tu amor y fidelidad, porque así lo prometiste en tiempos pasados a Abrahán, a Jacob, y a todos nuestros antepasados.


«Yo soy el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob». Por tanto, Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.


Al ver Jesús lo que estaban haciendo sus discípulos, se enfadó con ellos y les dijo: —Dejad que los niños se acerquen a mí. No se lo impidáis; porque el reino de Dios es de los que son como ellos.


Esta promesa de daros el Espíritu es para vosotros, para vuestros hijos y para todos los que nuestro Dios quiera salvar en otras partes del mundo.


Ellos son el pueblo que Dios ha elegido y a quienes dio el derecho de ser sus hijos. Dios ha estado con ellos y les ha mostrado su gran poder haciendo pactos con ellos y dándoles su ley y confiándoles sus promesas.


En ese tiempo seguíais el mal ejemplo de la gente de este mundo y estabais dominados por el poderoso espíritu que actúa en el universo y domina a las personas que son rebeldes a Dios.


Pero este pacto solemne Dios no lo hace solamente con vosotros,


Lo que desean es tener una patria mejor en el cielo. Por eso Dios les ha preparado una ciudad y no tiene vergüenza de que le llamen su Dios.


Por eso, este será mi nuevo pacto con el pueblo de Israel: cuando llegue aquel día, haré que aprendan de memoria mis enseñanzas escribiéndoselas en el corazón. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Os aseguro que así será.


El ángel de Dios salió de Guilgal y fue a Bokín para darles a los israelitas el siguiente mensaje de parte de Dios: —Yo os saqué de Egipto y os traje al territorio que había prometido a vuestros antepasados. Y os dije: «Nunca romperé mi pacto con vosotros;


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite