Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Gálatas 2:15 - Biblia Lenguaje Básico

15 Todos nosotros somos judíos por nacimiento, no pecadores procedentes del mundo pagano.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

15 Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles,

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

15 »Tú y yo somos judíos de nacimiento, no somos “pecadores” como los gentiles.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Nosotros somos judíos de nacimiento; no pertenecemos a esos pueblos pecadores.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

15 Nosotros, judíos por naturaleza, y no pecadores de entre los gentiles,

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Nosotros somos judíos de nacimiento, y no pecadores procedentes de gentiles.

Gade chapit la Kopi




Gálatas 2:15
14 Referans Kwoze  

Cuando algunos fariseos lo vieron, preguntaron a los discípulos: —¿Por qué vuestro maestro come con cobradores de impuestos y con pecadores?


Recordad lo que Jesús, el Hijo del hombre, os dijo cuando todavía estaba en la región de Galilea. Os dijo que sería entregado a hombres malvados que lo crucificarían, pero que al tercer día iba a resucitar.


Pero el Señor me dijo: «Vete ya, que voy a enviarte a países que están muy lejos de aquí».


¿Quiere decir todo esto que nosotros, los judíos, somos mejores que los demás? ¡Claro que no! Como ya os dije, seamos o no judíos, todos somos pecadores.


Por eso, para que la promesa de Dios tuviera valor para los descendientes de Abrahán, Dios no pidió nada a cambio. Hizo la promesa para todos los que habían de creer en él. No solo para los que obedecen la ley, sino también para los que tienen la fe de Abrahán. Por eso Abrahán es el padre de todos nosotros.


Queremos que Dios nos acepte por medio de Cristo. Pero, si al hacer esto, descubrimos que también nosotros somos pecadores como la gente de otros países, ¿vamos a pensar por eso que Cristo nos hizo pecar? ¡Claro que no!


Antes nosotros nos comportábamos así y vivíamos obedeciendo a los malos deseos de nuestro cuerpo y nuestra mente. ¡Merecíamos con toda razón ser castigados por Dios, igual que los demás!


Antes, nosotros mismos éramos ignorantes y rebeldes y andábamos perdidos, siendo esclavos de toda clase de pasiones y placeres. Éramos malvados y envidiosos y todo el mundo nos odiaba; incluso nosotros mismos nos odiábamos unos a otros.


Luego, Dios te ordenó claramente que destruyeras a esos pecadores amalecitas y todo lo que les pertenecía.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite