10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
10 Queda claro que no es mi intención ganarme el favor de la gente, sino el de Dios. Si mi objetivo fuera agradar a la gente, no sería un siervo de Cristo.
10 ¿Con quién tratamos de conciliarnos?: ¿con los hombres o con Dios? ¿Acaso tenemos que agradar a los hombres? Si tratara de agradar a los hombres, ya no sería siervo de Cristo.
10 ¿Pretendo acaso ahora ganarme el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O intento agradar a los hombres? Si todavía tratara de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.
Mandaron a algunos de sus seguidores, junto con unos partidarios del rey Herodes, para que dijeran a Jesús: —Maestro, sabemos que siempre dices la verdad. Tú enseñas a la gente que haga lo que agrada a Dios y no te importa lo que digan los demás acerca de tus enseñanzas, porque tú no hablas para quedar bien con ellos.
Aseguraron además a los soldados que si el gobernador llegaba a enterarse del asunto, ellos hablarían con él y quedarían libres de cualquier responsabilidad.
Ningún esclavo puede trabajar para dos amos al mismo tiempo, porque siempre apreciará más y hará más caso a uno que a otro. Del mismo modo, tampoco vosotros podéis servir al mismo tiempo a Dios y al dinero.
Herodes Agripa estaba muy enfadado con los habitantes de Tiro y de Sidón. Por eso un grupo de personas de esas ciudades fue a ver a Blasto, que era mayordomo del rey, y le dijeron: —No queremos enfrentarnos con Herodes, sino llegar a una solución pacífica ya que nuestra gente recibe alimentos procedentes de su territorio.
Queridos hermanos de la iglesia de Roma: Yo soy siervo y apóstol de Jesucristo porque Dios me eligió para anunciar la buena noticia que él tiene para nosotros.
Los verdaderos judíos lo son por sus valores espirituales internos y no por cumplir la pura letra de la ley; y cuando son alabados, es Dios quien los alaba y no la gente.
Tal vez creáis que os estamos pidiendo disculpas, pero no es así. Nosotros pertenecemos a Cristo, y Dios es testigo de que todo lo que hemos hecho, queridos hermanos, lo hicimos para ayudaros a confiar cada vez más en Cristo.
Esto debéis hacerlo en todo momento y no solo cuando vuestros amos os estén viendo. Vosotros sois esclavos de Cristo, así que haced con alegría y entusiasmo lo que Dios quiere que hagáis, como si lo hicierais para el Señor y no solo para vuestros amos.
Queridos hermanos de la iglesia de Filipos: Nosotros, Pablo y Timoteo, que somos servidores de Jesucristo, os enviamos un saludo a todos los que pertenecéis al pueblo santo de Dios y estáis unidos a Jesucristo. Saludos también para vuestros líderes y colaboradores.
Vosotros, los esclavos, debéis obedecer en todo a vuestros amos de la tierra. No lo hagáis para quedar bien con ellos y solo cuando os estén mirando, sino hacedlo con sinceridad y por respeto al Señor.
Al contrario, Dios nos aprobó y nos encargó anunciar la buena noticia, y eso es lo que hacemos. No tratamos de agradar a nadie más que a Dios, pues él examina todo lo que sentimos y pensamos.
¡Sois gente pecadora! ¿Acaso no sabéis que hacerse amigo del mundo es volverse enemigo de Dios? ¡Pues así es! Si queréis ser amigos del mundo, os volvéis enemigos de Dios.
Como el sacerdote no tenía ninguna otra clase de pan, le dio a David el que había sido ofrecido a Dios y acababa de ser retirado del altar y sustituido por pan reciente.