Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Éxodo 8:15 - Biblia Lenguaje Básico

15 los magos fueron a ver al faraón y le dijeron: —¡Es Dios con su poder quien hace todo esto! Una vez más, todo sucedió como Dios lo había dicho: el faraón se mantuvo terco y no hizo caso a Moisés y Aarón.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

15 Pero viendo Faraón que le habían dado reposo, endureció su corazón y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Pero cuando el faraón vio que había alivio, se puso terco y se negó a escuchar a Moisés y a Aarón, tal como el Señor había dicho.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Entonces los brujos dijeron a Faraón: 'Aquí está el dedo de Dios. Pero Faraón se puso más porfiado y no quiso hacerles caso, tal como Yavé lo había dicho anteriormente.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

15 Pero cuando Faraón vio que había un alivio, endureció su corazón, y no los escuchó, tal como YHVH había hablado.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Dijeron los magos al Faraón: 'El dedo de Dios está aquí'. Pero el corazón del Faraón se endureció y, como lo había predicho Yahveh, no los escuchó.

Gade chapit la Kopi




Éxodo 8:15
24 Referans Kwoze  

Y cuando el faraón, rey de Egipto, supo que los israelitas se estaban escapando, él y sus asistentes se arrepintieron de haberlos dejado marchar y dijeron: «¡Pero qué locura hemos hecho! ¿Cómo pudimos dejar que los israelitas se fueran? Y ahora, ¿quién va a trabajar para nosotros?».


Dios le había dicho: —Cuando llegues a Egipto, haz delante del rey todas las maravillas que te he ordenado hacer con la vara. Yo haré que el rey se ponga terco y no deje salir al pueblo.


Los magos de Egipto intentaron hacer lo mismo con sus artes mágicas, pero no pudieron. Y como los mosquitos seguían atacando a la gente y a los animales,


Entonces Dios dijo a Moisés: —Levántate mañana muy temprano y, cuando el faraón baje al río, saldrás a su encuentro y le dirás de mi parte que deje salir a mi pueblo para que vaya a adorarme.


Pero el faraón se mantuvo terco y no dejó salir a los israelitas.


Moisés y Aarón salieron del palacio del faraón. Luego Moisés rogó a Dios que alejara del faraón las ranas que había mandado sobre él.


Como el perro que lame su vómito, es el necio que insiste en su necedad.


Quien no acepta la corrección será muy pronto aniquilado y nadie podrá evitarlo.


Cuando el malvado no es castigado de inmediato, la gente piensa que puede seguir haciendo lo malo.


Los malvados no aprenden a ser buenos aunque se les tenga compasión. Aunque estén entre gente buena, siguen actuando con maldad y no descubren la grandeza de Dios.


Pero Dios respondió: Habitantes de Israel y de Judá: ¿qué voy a hacer con vosotros?, ¿cómo debo trataros? Decís que me amáis, pero vuestro amor es como la niebla y como el rocío de la mañana: ¡muy pronto desaparece!


Por eso la Escritura dice: «Si hoy escucháis la voz de Dios, no seáis tercos como aquellos israelitas que se rebelaron contra él».


no seáis tercos, como aquellos israelitas que se rebelaron contra él en el desierto, cuando los puso a prueba. Fue entonces cuando Dios les dijo:


Todos quedaron terriblemente quemados, pero ni aun así se volvieron a Dios ni alabaron su grandeza. Al contrario, ofendieron a Dios, que tiene poder para causar esas terribles calamidades.


Las vacas se dirigieron directamente hacia Bet Semes. En ningún momento se apartaron del camino ni dejaron de mugir por sus terneros. Los jefes filisteos las siguieron hasta que estuvieron cerca de Bet Semes.


Ellos les contestaron: —Si la devolvéis, debéis enviar también ofrendas como compensación por haberla capturado. Solo así sanaréis de los tumores y comprenderéis por qué Dios no ha dejado de castigaros.


No os portéis como el faraón y su gente. Ellos se pusieron muy tercos, y solo cuando Dios los castigó duramente dejaron que los israelitas salieran de Egipto.


Fijaos entonces hacia dónde se dirigen las vacas. Si se van hacia Bet Semes, que es un pueblo israelita, podemos estar seguros de que fue el Dios de los israelitas quien nos causó tanto daño. Si no sucede así, entonces sabremos que no fue su Dios quien nos castigó, sino que todo esto fue un accidente.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite