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Éxodo 38:21 - Biblia Lenguaje Básico

21 Moisés había ordenado a los levitas que hicieran el recuento de todos los gastos hechos en la construcción de la Morada del pacto. Itamar, el hijo del sacerdote Aarón, se encargó de hacer el recuento.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

21 Estas son las cuentas del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio, las que se hicieron por orden de Moisés por obra de los levitas bajo la dirección de Itamar hijo del sacerdote Aarón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 A continuación se detalla un inventario de los materiales empleados en la construcción del tabernáculo del pacto. Los levitas compilaron las cifras bajo la dirección de Moisés. Itamar, hijo del sacerdote Aarón, fue el encargado de registrarlas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Este era el inventario de la Morada de la Alianza, realizado por orden de Moisés y hecho por los levitas bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Este es el inventario para el Tabernáculo, el Tabernáculo del pacto, que fue registrado conforme al mandato de Moisés por mano de Itamar, hijo del sacerdote Aarón, para el servicio de los levitas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Éstas son las cuentas del santuario, del santuario del testimonio, según cálculo llevado a cabo por los levitas siguiendo instrucciones de Moisés, bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.

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Éxodo 38:21
31 Referans Kwoze  

Entonces Joás mandó llamar a Joyadá, jefe de los sacerdotes, y le dijo: —¿Por qué no te has preocupado de que los levitas recogieran de Judá y Jerusalén la contribución que Moisés y los israelitas acordaron dar para la Tienda del Testimonio?


Tú aseguras que no has dicho nada incorrecto, y que no has hecho nada malo.


Tomó la palabra Job y dijo:


Salmo de David. Dime, Dios mío, ¿quién puede vivir en tu santuario?, ¿quién puede habitar en tu monte santo?


Cuando te haya entregado las tablas con los diez mandamientos, quiero que las pongas dentro del Arca.


Besalel, hijo de Urí y nieto de Jur, de la tribu de Judá, se encargó de hacer y preparar todo lo que Dios le había ordenado a Moisés.


En su interior pondrás el Arca del pacto, y colocarás la cortina de modo que el Arca no se vea.


Aarón se casó con Elisebá, hija de Aminadab y hermana Naasón, con la que tuvo a Nadab, Abihú, Itamar y Eleazar.


Debes ponerlos al servicio de la santa Morada, para que cuiden de todo lo que hay dentro de ese Lugar Santo. Se encargarán de transportar la Morada con todo su mobiliario, y acamparán a su alrededor y estarán permanentemente a su servicio.


Pero los de la tribu de Leví acamparán alrededor de la santa Morada y la cuidarán, para que no se desate la ira de Dios sobre todo el pueblo de Israel.


La nube que estaba sobre la Morada se levantó el día veinte del segundo mes del año segundo.


Para el servicio de la Tienda del testimonio, tú y tus descendientes podréis pedir la ayuda de vuestros hermanos de la tribu de Leví. Yo mismo los elegí de entre todas las tribus de Israel, y ahora os los entrego para que os ayuden en vuestro servicio en la Tienda del encuentro. Ellos podrán ayudaros, aunque no podrán tocar los objetos sagrados de la Tienda ni acercarse al altar. Si lo hacen, tanto ellos como vosotros moriréis. Solo vosotros podréis trabajar como sacerdotes en el altar y en el Lugar Santísimo. Solo vosotros y vuestros hijos cuidaréis del altar y de todos los objetos sagrados que hay en la Tienda del encuentro, para que mi cólera no haga que los israelitas mueran. Los demás descendientes de Leví podrán estar con vosotros y ayudaros en todo lo que tengáis que hacer. Pero no permitirás que nadie más se acerque a vosotros. A vosotros os he concedido el sacerdocio como un don y cualquiera que realice los trabajos del sacerdote sin serlo, será condenado a muerte.


¡Qué hermosas son tus tiendas, Israel; qué bello tu campamento!


El día que se montó la Tienda del pacto, vino una nube y la cubrió. Cuando cayó la noche, la nube que cubría la Morada tomó la forma de fuego.


Entonces Pedro dijo a Jesús: —Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, hago tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.


Allí, en el desierto, nuestros antepasados tenían la Tienda del encuentro, que Moisés construyó según el modelo que Dios le había mostrado.


Bien sabemos que en este mundo vivimos como en una tienda de campaña que un día será destruida. Pero en el cielo, Dios nos tiene preparada una casa eterna, que no ha sido construida por manos humanas.


Ese sacerdote es Jesucristo, que actúa como sacerdote en el verdadero santuario, es decir, en el verdadero lugar de adoración, hecho por Dios y no por nosotros los humanos.


Pero Cristo ya vino y se ha presentado como el Jefe de sacerdotes de los bienes definitivos. Porque el santuario donde él es sacerdote es mejor y más perfecto. No lo ha hecho ningún ser humano, así que no pertenece a este mundo.


Mientras yo viva en este mundo, creo que es mi deber recordaros todo esto.


Entonces se abrieron las puertas del Templo de Dios, que está en el cielo, y dentro del Templo podía verse el arca de su pacto. Hubo relámpagos, un resonar de truenos, un gran terremoto y una fuerte granizada.


Después de esto miré y vi cómo se abría en el cielo la puerta del Templo.


Y oí una fuerte voz que salía del trono y decía: —Aquí es donde Dios vive con su pueblo. Dios vivirá con ellos y ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos.


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