Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Éxodo 33:13 - Biblia Lenguaje Básico

13 Si eso es verdad, dime qué piensas hacer, para que yo también llegue a amarte y tú sigas confiando en mí. No olvides que toda esta gente es tu pueblo.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

13 Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Si es cierto que me miras con buenos ojos, permíteme conocer tus caminos, para que pueda comprenderte más a fondo y siga gozando de tu favor. Y recuerda que esta nación es tu propio pueblo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Ahora, si realmente me miras con buenos ojos, dame a conocer caminos para que te conozca, y me sigas mirando bien: no olvides que esa gente es tu pueblo.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

13 Ahora, si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego que me hagas conocer tu camino, para que te conozca y halle gracia ante tus ojos. Y considera que esta nación es tu pueblo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Pues, si he obtenido tu favor, enséñame tu camino y así sabré que me he ganado tu favor; pero ten también en cuenta que esta nación es pueblo tuyo'.

Gade chapit la Kopi




Éxodo 33:13
27 Referans Kwoze  

Dio a conocer sus planes a Moisés, mostró a los israelitas sus proezas.


Dios mío, enséñame a cumplir tus mandamientos, pues obedecerlos me hace feliz; ¡los cumpliré toda mi vida! Haz que comprenda tus leyes, y las seguiré de todo corazón.


Dios mío, enséñame a vivir según tu voluntad. Tú eres mi Dios y salvador; mi esperanza está siempre en ti.


Como no me faltan enemigos, indícame, Dios mío, cómo quieres que viva y llévame por el buen camino.


No me apartes de ti; ¡no me quites tu santo espíritu!


Dios mío, muéstrame cuál es tu voluntad para que yo me porte según tu verdad; guía mis pasos para que yo te honre.


Así que prepárate, pues voy a mandarte a hablar con el faraón, para que saques de ese país a mi pueblo.


Pero Dios siguió diciéndole: —Yo sé muy bien que mi pueblo Israel está sufriendo mucho en Egipto. He escuchado sus gritos pidiéndome ayuda y he visto cómo los egipcios los maltratan.


¡No te enfades! ¡No destruyas a tu pueblo! No permitas que los egipcios se burlen de ti, y digan: «Dios los ha engañado, pues los sacó para matarlos en las montañas y borrarlos de la superficie de la tierra».


Entonces Dios se calmó y decidió no aplicar al pueblo el castigo con que le había amenazado.


Entonces Dios dijo a Moisés: —Baja ya del monte, porque el pueblo que sacaste de Egipto se está portando muy mal. ¡Qué pronto se han olvidado de obedecerme! Han fabricado un becerro de oro y lo están adorando. Le han ofrecido sacrificios y dicen que ese becerro soy yo, el que os sacó de Egipto. Los he estado observando y me he dado cuenta de que son muy tercos.


diciendo: —¡Dios mío! ¡Dios mío! Si de verdad me he ganado tu favor, acompáñanos. Es verdad que somos muy tercos, pero perdona nuestros pecados y acéptanos como tu pueblo.


Después de hablar con los israelitas, Moisés y Aarón fueron a ver al faraón y le dijeron: —El Dios de los israelitas manda decirte: Deja que mi pueblo Israel vaya al desierto, para que haga allí una fiesta en mi honor.


Si dejáis de serle fieles, oiréis una voz que os dirá: «No os comportéis así, seguid más bien mis caminos».


No permitas que nos alejemos de ti ni que seamos rebeldes y no te respetemos. ¡Por amor a nosotros, tus fieles servidores, y a las tribus que te pertenecen, vuelve a mostrarnos tu bondad!


Desde hace mucho tiempo ya no eres tú quien nos guía ni eres el Dios que nos protege.


Que vengan los sacerdotes, los servidores de Dios. Que se presenten ante el altar, y con lágrimas en los ojos oren de esta manera: «¡Dios nuestro, perdona a tu pueblo! ¡No permitas que las naciones nos desprecien y nos humillen! No permitas que se burlen de nosotros diciendo: ¿dónde está vuestro Dios?».


Y esta vida eterna consiste en que te conozcan a ti que eres el único Dios verdadero, y a mí, que soy el Mesías que tú enviaste al mundo.


Por ahora, Dios actúa con los judíos como si fueran sus enemigos. Pero lo hace solo para daros a vosotros la oportunidad de creer en la buena noticia. Dios sigue amando a los judíos, pues eligió a sus antepasados para formar su pueblo.


Le pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, es decir, al Padre a quien pertenece la gloria, que os dé su Espíritu, para que seáis sabios y podáis entender cómo es Dios.


suplicándole que no os aniquilara, a vosotros, el pueblo que sacó de Egipto con gran poder.


A pesar de todo, Dios mío, ellos son tu pueblo, el pueblo que sacaste de Egipto con tu gran poder.


Así podréis vivir de acuerdo con lo que el Señor quiere, y él estará contento con vosotros, porque haréis toda clase de cosas buenas y conoceréis mejor cómo es Dios.


Que la gracia y el conocimiento que tenéis de nuestro Señor Jesucristo crezca cada vez más en vosotros. ¡A él le corresponde la gloria ahora y siempre! Amén.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite